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domingo, mayo 5, 2024

Yurimaguas y un encantador reencuentro

El jueves pasado visité Yurimaguas y lo hice para reencontrarme con cuatro bellas amigas de mis tiempos en que fui asesor del convenio Comisión Europea y el Gobierno Peruano, gracias a una gentil invitación del ingeniero Bernardo Paredes Grández, gesto que agradezco y nunca olvidaré. Fui a esa bella ciudad porque uno vuelve a los lugares en donde encuentra cariño, amistad y gente maravillosa. Igual me sucede con Moyobamba, Juanjuí, Saposoa e Iquitos. Es que los afectos nos jalan.

Amo a Yurimaguas por su historia, vinculada a las de Jeberos y Balsapuerto, centro de las Misiones de Maynas que dirigieron los jesuitas. Balsapuerto –fundado en 1822 por Doroteo Arévalo Villacís, en el valle del Paranapura–, fue capital de la provincia de Alto Amazonas cuando en 1866 la Provincia Litoral de Loreto pasa a ser Departamento, durante el gobierno de Mariano Ignacio Prado. En 1890 se traslada la capital a la bella Yurimaguas y hoy es una ciudad dinámica y pujante, pero la amo más por su desorden y su caótico sistema urbano, pero donde suelo disfrutar del mejor chicharón de la Amazonía. En la revista YURIMAGUAS se hace un detallado recuento de la historia de la ciudad y se menciona a los sanmartinenses ilustres que se asentaron en ella como los Morey, Acosta, Reátegui, Hidalgo y Arévalo.

Estar en Yurimaguas es sentir una tremenda emoción desde que se ingresa a la ciudad por el jirón Víctor Sifuentes –con quien tuve el honor de tratar cuando era un potentado del sector “Copal”, en el valle del Shanusi–.

Por un acuerdo de la comuna tarapotina del 01 de diciembre de 1900 se encarga a los señores Manuel Arévalo y Salomón Bartra para que con cuatrocientos soles contraten la persona que dirija la construcción de la trocha Tarapoto-Yurimaguas pasando por los tramos del Tiracu y Caynarachi. Esta importante vía se construiría a inicios de los sesenta del siglo pasado entrando en servicio oficial en 1964. Mi promoción del Instituto Nacional Agropecuario Nº 10, de Tarapoto, en 1963 realizó una excursión aventurera a pie desde la Banda de Shilcayo hasta el sector del Tiracu, hoy sector Progreso.

Yurimaguas guarda la memoria de sus benefactores y ciudadanos preclaros. Ahí están las calles con los nombres de Julio C. Arana, Atanasio Jáuregui, Samuel Fritz, José Riera Torra, etc. En esta última visita encontré en su bella e íntima Plaza de Armas el monumento al padre jesuita Samuel Fritz y al leer la dedicatoria no pude evitar unas lágrimas de emoción. Me impresionan su obelisco y su antigua glorieta. Frente a la plaza se encuentran edificaciones ya históricas y emblemáticas que le dan a Yurimaguas su sello de identidad, como son la catedral de la Virgen de las Nieves, el antiguo Colegio Atanasio Jáuregui, el edificio de la Municipalidad Provincial; también está el moderno edificio de la Cooperativa San Marín de Porres.

Un jueves maravilloso en La Perla del Huallaga, y con la emoción de haber compartido una mañana esplendorosa con Diomar Macedo Arévalo, Betty Flores Saldaña, Sonia Meléndez Celis y Anita Eva Coffré Econema, eficientes servidoras de la Gerencia Sub Regional Alto Amazonas. ¿Quién no se sentiría estar en la gloria con unas damas inteligentes, bellas, maravillosas y fantásticas? …Nuestra próxima visita será a Balsapuerto y Jeberos y ya les contaremos. (Comunicando Bosque y Cultura).

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