Según la norma, no puede postular a entidad con la que tiene procesos judiciales. Pronto se sabrá resultado

Por: Lenin Quevedo Bardález

Sandro Rivero y Walter Grúndel ven peligrar su candidatura para la alcaldía provincial de San Martín.

En el caso de Sandro Rivero Uzátegui, candidato a la alcaldía provincial de San Martín por Acción Popular son dos las razones invocadas por Lincoln Rodíguez Tuanama, ciudadano que interpuso los argumentos buscando invalidar la candidatura del exalcalde y el posible regidor Juan Gabriel Alejandría Castro.

De acuerdo a la denuncia, manifiesta que según la Ley de Elecciones Municipales, ningún candidato que tenga procesos judiciales penales en curso con la entidad que pretende gobernar, puede ser alcalde. Como se conoce, Sandro Rivero tiene un proceso judicial pendiente por el caso de la formación del Sistema de Administración Tributaria y la Municipalidad Provincial de San Martín por el delito contra la administración pública en su modalidad de peculado y negociación incompatible, además de otro proceso que viene del año 2013.

Se manifiesta además que a pesar de haber puesto en su hoja de vida que no tiene ninguna profesión, en su recibo por honorarios Sandro Rivero indica ser profesional de Administración de Empresas. Se conoce que Rivero no culminó ninguna de las carreras iniciadas, razón por la que es más que probable que en ese caso haya dicho la verdad al JNE, pero no a la SUNAT.

El riesgo más grande para Rivero es que no le den pase a su candidatura por un hecho que se encuentra debidamente tipificada la prohibición.

Según refiere en su defensa, Rivero Uzátegui tiene derecho a la presunción de inocencia (lo que no le niegan las normas), pero además manifiesta que no se han probado la existencia de los expedientes que se indican como los existentes para inhabilitar su candidatura. Hace referencia a lo que sucede en el caso de su profesión, no tiene mucha lógica, pues aquella denuncia no tiene real fundamento.

En el caso de Gabriel Alejandría, dicho profesional del derecho habría indicado en su declaración jurada que es bachiller, no obstante es abogado. Aquella omisión no pesa realmente a la hora de realizar acusaciones, pues no estaría inflando sus logros profesionales, sino muy por el contrario.

Se conoce que la campaña de Sandro Rivero Uzátegui por esta razón se encuentra en stand by. Habrá que ver qué resulta de esta situación, que podría dejar fuera de carrera a uno de los candidatos que más ha gastado capital de manera visible hasta el momento, por los procesos judiciales que existen en su contra.