Todos los pueblos tienen su magia, su propio encanto y sus idiosincrasias que los hace ser únicos. Sin embargo, pocos son los que condensan en sus historias o en sus hechos la historia de todos, así como sus devenires y formaciones a lo largo del tiempo. Y Chazuta es ese suelo, esa pequeña patria, enraizada en un lugar que todos coinciden en que es mágico y, por esta sólida razón, su historia está en permanente descubrimiento. No es gratuita la expresión de Luís Alberto Vásquez Vásquez, de la Dirección Desconcentrada de Cultura de San Martín, cuando dice: “Chazuta es la magia de la selva, el color de la montaña, la bravura de los ríos, el misterio de los bosques, la brisa de la orilla al atardecer…”; o cuando Alina del Águila Bartra, expresa con ternura: “las montañas con sus senos me alimentan de lo bueno, Chazuta: te llevo en mi corazón”, que se citan en el libro “Este puerto siempre ha sido nuestro”, del doctor Herbert Hugo Arévalo Bartra, que presentamos el viernes pasado.
El libro que mencionamos, según Roger Rumrill García, quien lo prologa, “tiene calidad y oportunidad” que, después de leerlo, encontramos que es un trabajo imprescindible y que nos estaba haciendo falta. Y es así porque a lo largo de él se reconstruye de manera orgánica el proceso de formación de los pueblos amazónicos en general, porque nos abre a otros horizontes y nos sume en profundas reflexiones sobre nuestro origen y, conociéndolo, podemos tener nuestra
visión sobre la responsabilidad histórica que nos toca en estos momentos en que la política del ultra neoliberalismo está destruyendo el medioambiente. Y en el tema de conservar la naturaleza, el bosque y sus recursos, Chazuta es nuestra última oportunidad y que deben saberlo los alcaldes y todas las autoridades. El libro “Este puerto siempre ha sido nuestro” nos envía también este mensaje como una seria advertencia, aunque los alcaldes están más perdidos en sus propios dramas cotidianos, o se hacen los locos, son ignorantes en el tema, o son manipulados por sus funcionarios y asesores que, en verdad, son ellos quienes realmente gobiernan y frustran el desarrollo. Y tenemos ejemplos de ayer mismo.
El título del libro “Este puerto siempre ha sido nuestro”, tiene el mensaje de pertenencia y se circunscribe a Chazuta porque ha sido un puerto, en la margen izquierda del río Huallaga que, desde hace siglos, sirve de nexo para llegar y salir de y hasta otros territorios. El título no es gratuito porque tiene una connotación de universalidad. Sus pobladores, como bogas expertos, cual argonautas de una nueva era, abrieron rutas en otras latitudes. El libro, entonces, es una amalgama de historia seria y documentada, que se combina con la ternura de la poesía al fragor de los vientos que vienen del Rompeo y el Curiyacu, de la brisa ligera que sale del río desde el Chazutayacu al Pasiquihui.
Y después de conocer Chazuta y su río podremos gritar con todas nuestras fuerzas: ¡Ese puerto también me pertenece! (Comunicando Bosque y Cultura).