29.8 C
Tarapoto
jueves, mayo 2, 2024

¿Hasta cuándo esta vorágine social?

Prof. Gilder Rengifo Paredes

Los peruanos estamos como en un barco a la deriva en una noche borrascosa, sin timonel capaz de enrumbarla hacia puerto seguro. Los congresistas y ministros correteado(s) por la ciudadanía, como delincuentes a punto de ser linchados. Porque la gente está furiosa ante la impunidad, por sus más de sesenta muertos. Suma mínima prevista en los planes siniestros del almirante fujimorista Jorge Montoya y compañía. Todo esto con el fin de prolongar los contratos leyes, que es la esencia de la visión neoliberal del fujimorismo y la ultraderecha.

Y en este concierto, Dina Boluarte, ganada a fuerza de amenaza de su vacancia, ha sido amoldada como pieza maestra para dicho plan; hasta el día que será desechada y puesta en el banquillo de acusados, por las víctimas en su haber.  

Esta tensa calma política, impuesta por las tragedias de las inundaciones y huaycos más que por las balas, debería ser aprovechada para pensar y enmendar errores. Pero, lejos de los cambios de actitudes políticas necesarias para evitar el reinicio de nuevas manifestaciones, cada día aumentan nauseabundas emanaciones en los antros del ejecutivo y del Congreso; donde los acosadores sexuales y mocha sueldos parece que no son casos aislados, sino viejos vicios a un paso de ser legalizados. Y éstos son los verdaderos violentistas, cuyos actos son a la vez levaduras que van fermentando el descontento social que, en el clímax de las circunstancias, estallará como bomba de tiempo.

No busquemos, pues, causantes de conflictos en los jóvenes visibles que más se arriesgan a la hora de las protestas contra los abusos del poder. Porque los verdaderos causantes son los generan las desigualdades y el abuso. Y basta para entender con claridad la elocuencia de las cifras brindas por Gustavo Espinoza en su artículo “El niño de Xicamarca”. Donde señala que: “el 3% de los peruanos…, gana tanto como el que obtiene el 67% de los que menos tienen”; que “el 78% de la PEA, carece de empleo y está totalmente desocupada”. Lo que explicaría la razón de la deficiencia de las prestaciones de salud a los jubilados. Y lo más grave aún, que “el 87% de los niños en Cajamarca, Puno, Huancavelica y Cerro de Paco, sufre desnutrición crónica, y tiene los pulmones invadidos por plomo”.

Lo que significa que vivir sobre abundancia de recursos naturales es una maldición; que nos hace recordar las palabras de aquel ministro del régimen de Velasco Alvarado: “Nuestra protesta surge del dolor”. Dolor que crece con el mayor empobrecimiento del más pobre y el enriquecimiento del más rico, con el saqueo de los recursos naturales y del erario nacional. Y tanto más dolor al vernos acosados por tantos delincuentes agazapados en los antros del Congreso, del ejecutivo, los ministerios, magistraturas, fiscalías y juzgados etc. Donde solo falta legalizar los cupos, los diezmos y las coimas.

Ante cuyos hechos cabe preguntarnos,¿quién podrá salvarnos de esta vorágine social? La respuesta está en la ruta de las marchas de los invisibles del Perú profundo, iluminada por las llamaradas inextinguibles de sus muertos.

Artículos relacionados

Mantente Conectado

34,543FansMe gusta
280SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

Últimos artículos