NO TENEMOS LÍDERES POLÍTICOS EJEMPLARES EN EL PERÚ; ¿QUÉ GENERACIÓN JUVENIL TENDRÍAMOS QUE TENER PARA QUE SEAN VERDADEROS LÍDERES QUE NO SE AMILANEN, NI SE ACUESTEN CON LAS OFERTAS MILLONARIAS CUANDO POR CASUALIDAD LLEGAN AL PODER LOCAL, REGIONAL O NACIONAL?
¿Qué pasaría si el Perú tuviera su propio Bukele?
Ensayo a continuación lo siguiente:
Los delincuentes del villorrio y sobre todo los delincuentes de cuello y corbata, estarían en cárceles de verdadera seguridad; no estarían más en la DIROES, todos los ex presidentes corruptos y ladrones purgarían sus actos punitivos de manera ejemplar; los jueces y fiscales no jugarían con el cuento del condicionamiento: me pagas, luego estás libre.
Los funcionarios de los altos cargos públicos trabajarían por resultados y no por el tiempo de o8 horas diarias; el MINEDU limpiaría su alta y cancerígena burocracia, donde en sus tranquilas esferas internas nos dice del tipo de educación que tenemos los peruanos: sometidos a los dictámenes de cada política de gobierno, incluso intentando privar a los docentes del heroísmo ideal patriótico, que esta dictadura de DINA-OTÁROLA lo calificaron de ideología.
¿Qué pasaría si el Perú tuviera su propio Bukele?
Los inquilinos del Congreso ya no serían 130 ni mucho menos 230 que es la cantidad del sueño ilusorio e indigno a donde quieren llegar; no hubiera gobernadores por cada departamento, ni mucho menos hubiera más de 1000 alcaldes a nivel nacional; el pueblo salvadoreño sus alcaldías viene reduciendo de 262 a 44; lo mismo sus diputados de más de 100 a 60.
Esta infinidad de funcionarios únicamente tienen la visión estrecha, familiar y personal; nunca nos hemos complacido que una autoridad elegida por el pueblo haya terminado de lo mejor, si no están en la cárcel, siempre van a estar en procesos de investigación y en procesos penales; varios ex presidentes son el pésimo ejemplo de nuestra juventud actual: ni siquiera el “lustra botas” de Toledo pudo vender su imagen de convencimiento total; ni siquiera la verborrea de García pudo pasar a la historia de manera digna; ya ni hablar de Ollanta, de Fujimori, ni de Castillo.
Ambos de estos 3 no supieron invertir su relativa popularidad inicialmente, pagaron caro sus ambiciones políticas; pagaron caro el desenfreno de hacerse millonarios de la noche a la mañana; pagaron caro la ingenuidad política.
¿Qué pasaría si el Perú tuviera su propio Bukele?
Cualquier ciudadano como hoy, jamás se atrevería a postular al Congreso, porque la ley exigiera que esté libre de todo proceso penal y de investigación; la ley exigiera no únicamente que tenga ese ciudadano un título cualquiera, porque hoy en día lo que más se viene mercantilizando son los títulos, diplomas y grados de toda índole; sobre todo el sueldo de un congresista debería ser de acuerdo al tipo de ley productiva para la sociedad, y no el sancochado de leyes que hoy presentan las bancadas de la derecha y la ultraderecha y aprueban sin previa discusión, leyes con propio nombre para beneficios políticos a futuro como librar de la cárcel a la dueña del fujimorismo y a varios ex presidentes.
¿Qué pasaría si el Perú tuviera su propio Bukele?
No hubiera falsos fariseos del magisterio que llegaron al Congreso teóricamente con un discurso de transparencia y justicia, luego se vendieron a las bancadas de la ultraderecha como simples personajes de triste lamentación, pues nunca tuvieron el dinero que hoy tienen al grado que están envilecidos materialmente por ello.
El pueblo salvadoreño próximamente lo reelegirá a Bukele, luego de 4 años en el gobierno que barrió inicialmente a tantos y miles de delincuentes que vienen purgando prisión ejemplar en estrictas y duras cárceles donde todos trabajan para comer y no gozan de ningún privilegio, sea un delincuente común y corriente o simplemente sea un funcionario corrupto y ladrón, como el expresidente Alfredo Cristiane, que entró al poder el 87 totalmente endeudado y pobre y salió el 92, totalmente millonario con más de 100 propiedades de envidiable lujo y que la fiscalía lo allanó estos días y próximamente será procesado penalmente.
Políticos del país peruano, que son ajenos a sus propios problemas y sufrimientos de los ciudadanos, aprendan algo de Bukele, si quiera para que enseñen a sus hijos, porque ustedes nunca llegarían ni a los talones de Bukele.
Solo nos queda esperar pacientemente una nueva generación, aguerrida, preparada y con elevados valores prácticos.