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lunes, mayo 6, 2024

Que la cita amazónica sea el espejo de nuestra realidad. Cumbre para la Amazonía

Eliminación de la extrema pobreza

Deforestación cero para el año 2030.

Transformación para el desarrollo sostenible, protección de los derechos de          los pueblos indígenas.

Derecho humano de un ambiente limpio, saludable y sostenible.

Enfrentar los delitos ambientales y el crimen organizado.

Mariano Castro SM. Director Unidos por Los Bosques – FCDS

Debemos prestar mucha atención a los resultados de la reunión de presidentes de los gobiernos amazónicos que se realizará entre el 8 y el 9 de agosto próximo, en Belém, Brasil. Es impostergable que estos resultados sean palpables para la sostenibilidad amazónica y el bienestar actual y futuro de la población. 

¿Qué está proponiendo cada país? ¿Sobre qué cuestiones deben decidir los gobiernos amazónicos? 

La gama de asuntos es desafiante. Ningún sector económico, comercial, social o científico puede considerarse ajeno a los compromisos que se asuman. De todos se espera el impulso compartido de nuevas metas, inversiones y acciones. Para ello, además, los países amazónicos requieren que se ejecute una importante renovación y fortalecimiento de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, así como de nuevos mecanismos financieros y de participación de diversos sectores del empresariado, indígenas, científicos, mujeres y la juventud, entre otros.

Se han venido anunciando compromisos sobre la eliminación de la extrema pobreza, la deforestación cero para el año 2030, la transformación de la economía amazónica hacia el desarrollo sostenible, la protección de los derechos de los pueblos indígenas, la adopción de medidas para asegurar el acceso al derecho humano de un ambiente limpio, saludable y sostenible, enfrentar los delitos ambientales y el crimen organizado.

También hay anuncios para impulsar la diversificación e innovación productivas en la agricultura, pesca, uso sostenible y la conservación forestal; así como para dinamizar el uso de energía renovables, la bioeconomía, el turismo sostenible, etc.

En base a lecciones que esperemos hayan sido adecuadamente aprendidas, se han adelantado compromisos sobre infraestructura sostenible. Es decir, para que, tanto en la planificación como en la ejecución de los proyectos de infraestructura en la Amazonía, se prevengan y mitiguen los impactos ambientales, sociales y económicos para que no se afecten los ecosistemas y servicios ambientales, y se consulte a las comunidades y los pueblos indígenas

Al respecto, es muy importante destacar la importancia de articular políticas sostenibles a nivel de la cuenca amazónica, el bioma amazónico y los servicios que brinda, trasciende las fronteras y lo que se haga o deje de hacer, afecta o beneficia a toda la cuenca amazónica.

El Perú estará presente a través de la presencia de la presidenta Dina Boluarte y una delegación multisectorial y regional.  Estaremos atentos a las propuestas y al nivel de ambición que llevará esta delegación. Las que deberán ser materia de aplicación y seguimiento no solo en los foros internacionales sino, además, en las políticas e inversiones que se ejecuten en la Amazonía peruana. Por ello, también será de mucha importancia el proceso que se generará con la reciente creación, el 27 de julio último, de la Comisión Multisectorial para potenciar el desarrollo sostenible y competitivo con enfoque ecosistémico, territorial, inclusivo y prospectivo de la Amazonía peruana. En la que están todos los ministerios y la Mancomunidad Regional Amazónica.

Estas instancias de diálogo internacionales y nacional, así como los consensos que se logren, deben servir para que en la realidad se concreten las mejores condiciones de sostenibilidad y bienestar en la Amazonía.

Cumbre Amazónica: la necesidad de acuerdos firmes

Günther Maihold

Por: Günther Maihold

Se espera de los países amazónicos una respuesta con acciones concretas y contundentes frente a la crisis climática y de biodiversidad, y para preservar la principal reserva hídrica del mundo.

En Belém do Pará, Brasil, los ocho presidentes de la Amazonía, -Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela- los días 8 y 9 de agosto, en una cumbre que contará con una amplia atención internacional. Para todos es visible que los incendios forestales provocados por el hombre y la continua deforestación están dañando el «pulmón» de la Tierra. La situación actual indica un deterioro acelerado de la Amazonía y se ven pocas posibilidades de trabajar por su restauración en aras de conservar la integridad del ecosistema, detener el uso destructivo de la tierra y evitar que se alcance el punto de no retorno.

Más allá de un nuevo llamado de urgencia, se espera de los países amazónicos una respuesta con acciones concretas y contundentes frente a la crisis climática y de biodiversidad, y para preservar la principal reserva hídrica del mundo. La Cumbre Amazónica debe emitir una señal a las naciones desarrolladas, que serán convocadas para financiar la sostenibilidad de las selvas tropicales y entregar fondos ya prometidos.

La cuestión del cambio climático es parte de la discusión sobre la desigualdad económica global, por lo cual su impulso político está dirigido fuertemente hacia el exterior con miras a la COP 28 a finales del año.

Conciliar posiciones

Sin embargo, también es esencial acordar medidas concretas y robustas por parte de los países amazónicos. El reto consiste en ganar gobernabilidad en el área y conciliar posiciones nacionales para la cooperación intergubernamental con una estrategia regional de seguridadde tal manera que no se logre definir solamente acuerdos declaratorios sino medidas concretas de carácter obligatorio para su implementación.

Los intereses conservacionistas de pueblos indígenas y el uso de los recursos naturales de la selva que persiguen los líderes empresariales de la agroindustria no son fáciles de conciliar en el Brasil, mientras que en Colombia, Perú y Ecuador hay que enfrentarse con el comercio ilegal de exguerrilleros y el avance del cultivo de coca en áreas protegidas.

Falta de recursos

Queda en evidencia que estos países carecen de los recursos necesarios para organizar controles de gran alcance para frenar el crimen organizado; ni hablar de crear programas que ofrezcan a las residentes alternativas legales a su empleo en negocios ilícitos. Esto vale especialmente para la triple frontera entre Colombia, Brasil y Perú. Aunque existe desde el año 1978 la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), su accionar ha sido diezmado en el pasado por los conflictos políticos de los gobiernos de Brasil, Colombia y Venezuela. 14 años después de su última cumbre, se inicia un nuevo intento para organizar el accionar común.

Se calcula que, en la suma global de deforestación, la Amazonía está en un 17%, muy cerca del 20%, punto en el cual se estima que ya no tendría la capacidad de regenerarse.

Los avances de la cumbre podrían verse restringidos por el simple hecho que los intereses nacionales no convergen: así, el presidente colombiano desea terminar la explotación de energías fósiles, mientras que sus contrapartes en Brasil, Ecuador y Perú no se identifican con este objetivo y siguen activos en la explotación del petróleo. También habrá que llegar a acuerdos para reducir las causas agrarias de la crisis climática y garantizar la participación del movimiento campesino, afro, de mujeres y jóvenes, al igual que los derechos de los pueblos indígenas. Lograr consolidar un plan estratégico y una visión conjunta para la Amazonía no será suficiente. Se necesitarán acciones fuertes para dar un golpe de timón a las políticas públicas en la región.

La comunidad internacional, que observará con interés los resultados de la cumbre, debería pensar en un rediseño del Fondo Amazonía, un mecanismo para ayudar a prevenir, vigilar y combatir la deforestación. Noruega, su mayor donante, podría emprender iniciativas para que el Fondo pueda destinar sus programas no solamente a la conservación de la Amazonia en Brasil, sino expandirlos a todos los países de la cuenca del Amazonas con el apoyo de donantes menores, como Alemania.

Los ríos se secan, la vida está en riesgo

Teócrito Pinedo

Titulares como: Deforestación brutal de la Región San Martín, La muerte silenciosa del Rio Mayo, Impactos del boom inmobiliario en San Martín, Familias de Juanjui sin agua desde hace 10 días.

La Laguna de Sauce es otro ejemplo de cómo matar la gallina de los huevos de oro del turismo, un recurso natural tan hermoso, gestionado en el caos, la mayoría de sus afluentes van secándose.

Son una pequeña muestra del acrecentamiento de los problemas generados por el cambio climático, pero fundamentalmente por la ambición y la negligencia.

La selva alta, en particular San Martín, está en un proceso agresivo de deforestación y destrucción de sus bosques, de su fauna, de su suelo, por ende, sus aguas, poniendo en serio riesgo la continuidad de la vida en esta importante franja del país.

A la agricultura extensiva (arrozales, pastizales), cultivos ilícitos de coca, tala ilegal, minería informal e ilegal, agresores sin tregua de nuestro ecosistema natural, se suma la lotización de predios por inmobiliarias, que destruyen con autorización del órgano regulador del medio ambiente y niveles de gobierno, para vender lotes de 7 x 20 m2, en plena áreas rurales y en laderas de evidente fragilidad.

San Martín hoy está en una dinámica económica y poblacional explosiva, con mucha presión por tierras para vivienda y servicios básicos. Lamentablemente esto ocurre en un mar de desorden y desgobierno de sus instituciones municipales y gobierno regional, sin planificación ni visión de futuro.

Las “Inmobiliarias” o cualquier persona con dinero compran predios a precios irrisorios a los campesinos, generalmente en el trayecto de vías de acceso a distritos y caseríos de Tarapoto, Lamas, Moyobamba, Rioja, Juanjuí y otras; con maquinaria pesada arrasan el bosque, arroyos y suelo, fracturando y desprotegiendo la ladera, que las lluvias derrumban y deteriorando las vías, perdiendo así bosque y humedad, que dan agua a los ríos.

Veamos algunos ejemplos:

Tarapoto, sitiada por lotizaciones a 360° a la redonda, mini lotes tugurizando colinas, laderas y las escasas planicies, su entorno urbano colindando con Juan Guerra, San Francisco del Río Mayo, Cacatachi y cuencas altas de los ríos Cumbaza y Shilcayo cada vez más contaminados.

En el trayecto de la carretera Tarapoto – San Roque de Cumbaza, a las inmobiliarias se sumó Electro Oriente en pos de nuevos clientes, destrozando árboles y el bosque, protectores de la vía para instalar postes y cables. Destacan, además, dos nefastas intervenciones, una de ellas de aproximadamente 5 has, derrumbada por las lluvias y abandonada por su propietario y la otra, de 10 has, vergonzoso y terrible por la cantidad de árboles arrasados, corre la misma suerte del anterior. ¿quién autorizó semejante ecocidio? ¿La ANA, la Municipalidad de San Antonio de Cumbaza?

La Laguna de Sauce es otro ejemplo de cómo matar la gallina de los huevos de oro del turismo, un recurso natural tan hermoso, gestionado en el caos, la mayoría de sus afluentes van secándose.

En Moyobamba, mientras el río Mayo va secándose, el Colectivo M500A viene presionando por la construcción de la carretera a Rodríguez de Mendoza, justo el sector donde nacen sus afluentes principales: Tónchima, Indoche, Soritor y otros.

¿Este es el tipo de progreso, de desarrollo que aspiramos para San Martín? ¿No sería mejor uno menos mercantilista, más humano, equitativo, amigable con su gente y el medio ambiente?

Esta situación amerita una campaña desde los medios, como lo viene haciendo el Diario Voces, así como personas y organizaciones de la sociedad civil para que el GORESAM y gobiernos locales, responsables de la gestión del territorio regional, reaccionen convocando a los Ministerios de Vivienda y del Medio Ambiente, a las instituciones especializadas como el ARA, ANA y al conjunto de las organizaciones locales y regionales para encarar con urgencia estos problemas.

Las generaciones venideras se merecen un futuro seguro en el que el Agua y un ambiente saludable les garanticen el desarrollo pleno de sus vidas.

Con nuestra inercia y apatía ¿Hacia dónde estamos llevando a nuestra Región San Martín, hoy considerada una joya de la Amazonía? Esta lucha recién empieza.

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