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miércoles, mayo 1, 2024

El bujurqui Silvio

El jueves 09 del presente mes de noviembre se hizo la presentación academica de mi cuento “El bujurqui Silvio” que, quienes ya lo leyeron, lo consideran un relato valioso y que Luis Alberto Vásquez Vásquez, de la Dirección Desconcentrada de Cultura de San Martin (Ministerio de Cultura) lo calificara como tierno, valoración que agradezco, pues es eso: la historia de una familia de peces de nuestras quebradas. Es la segunda edición, actualizada y el número 40 de la Serie Trocha Cultural, después de haber inaugurado la serie en el año 2011. Una crónica sobre el evento se publicaría en el diario VOCES, al día siguiente. Hay, por lo tanto, tantas emociones y no hay palabras para expresar mi gratitud sin limites, a todos. Sí, a todos, incluso al perverso canero que es parte de la historia.

La gratitud es lo que primero que me embarga después de la presentación del cuento, publicado por la Dirección Desconcentrada de Cultura de San Martín. Luego, el escenario y marco del evento realizado en el Quillpa Café, un lugar donde se respira cultura y afectos y donde, también, nacieron los Wiwaneros Ancestrales, grupo de amigos querendones y que se esfuerzan en hacer más vivible los días de una región en donde las autoridades que deben tomar decisiones parecieran que hubieran viajado a otros planetas. Y, curiosamente, en el cuento se aborda tangencialmente el “éxito” de un charlan y farsante que faltando a toda ética se trepa en los cargos públicos sin tener los conocimientos ni habilidades para ellos.

La tercera emoción es el conjunto de personas ques se congregaron para el acto y que sobrepasó toda expectativa. ¿Cómo no estar felices por tanta generosidad? ¡Imposible no estarlo! Y allá voy, porque –con el pavor de cometer omisiones—quiero recordarlos a través de esta crónica, aunque lo haga de manera mécanica, por cuestión de espacio: A Erika Sandy Salazar, propietaria de Quillpa Café; Ethel Linares Lozano, Yolanda Rojas Vargas, Delsy Violeta Ramirez Rojas, Connie Philipps, Daphne Viena, Hérbert H. Arévalo Bartra, Teodomiro Chinguel Santos, Sara García Arce, Luis Alberto Tafur Ruiz Ricardo Josadht. A mis hijos y nietos y hermanos, obviamente.

A Josué Villanueva Garcia, Juan Diego Linares Ríos, Hugo Orlando Arévalo Garazatúa, Hugo Rofolfo Arévalo Angulo, Galo Ponce Saavedra, Benjamín Carrillo Ampuero, Zoilita Saavedra Reátegui, Antonio Arce García, Reyna Celis Hernández, María García, Karen Cotrina, Pacita Mozombite Tenazoa. Al diario VOCES, a través de Silvia Quevedo Bardález. A los estudiantes de Derecho y Agronomía de la Universidad Nacional de San Martín. A los trabajadores de la Dirección Desconcentrada de Cultura que organizaron la logística del evento.

El bujurqui Silvio, que estará nadando en alguna parte del rio y quizá en la misma quebrada de Llucanayacu, adonde retornaría, posiblemente esté feliz, libre de caneros perversos y peligrosos Y espero que siga cuestionando la desidia burocrática de quienes no hacen nada por el medioambiente y de los farsantes que quieren pasarse de expertos y cuando en todo han fracasado. La lucha de Silvio nos infunde esperanzas. Por eso: ¡Un millón de gracias a todos! (Comunicando Bosque y Cultura).

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