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jueves, mayo 2, 2024

ERIS: Actualidad del Planeta de la Discordia (2)

Concluyendo este interesante tema del nuevo planeta (ERIS= Discordia) que es como un hermano gemelo astronómico de Plutón y que desde el 2005 ‘ha querido darse a conocer’ (también por ‘los designios de lo alto’ y ‘la necesidad de los tiempos’ o, como diría Lecomte du Noüy, ‘el telefinalismo inteligente de la evolución’) podemos comprender el fenómeno acudiendo al mismo método aplicado por el sabio Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière para el descubrimiento de Urano, explicándonos que:

“Los críticos se lanzan ya para hacer valer que los Antiguos no podían aplicar seriamente la Astrología si ellos ignoraban esos “nuevos” planetas, pero déjesenos decir, por el contrario, que no tomamos más en cuenta tampoco, muchos elementos en uso en las deducciones astrológicas de antaño. Y esto se explica muy bien, por el modo de vida extremadamente diferente, y así los planetas nuevamente descubiertos, que influyen sobre atributos de nuestra existencia moderna, a pesar de existir desde siempre, no tenían ninguna razón de ser “conocidos” en un tiempo en el cual sus influencias no podían jugar sobre las consecuencias de una vida que no estaba en relación, sino con elementos perfectamente conocidos. Nada prueba por otra parte, que todo ello no fuese conocido y como dejado a un lado puesto que no se utilizaba, y poco a poco olvidado fue más tarde “redescubierto”.

“Urano, por ejemplo, aún si hubiese sido conocido, no habría podido servir en nada a los astrólogos de la Antigüedad. Ese planeta caracteriza los eventos brutales, las cosas con una resonancia universal: no se necesitó mucho tiempo después de “su descubrimiento” para que estallara la revolución francesa que tuvo repercusiones en todo el mundo; los ecos de ese evento no fueron solamente de un carácter nacional, sino que estuvieron en el origen de un nuevo estado de ánimo general que se amparó inclusive en la opinión americana. Su paso siguiente sobre el punto de impacto del descubrimiento, se vieron los trabajos de electricidad, el teléfono, más tarde el radio, la radioactividad y las experiencias nucleares.”

“¿Qué habría hecho el astrólogo de antaño con consecuencias semejantes de la influencia uraniana?”

“Cada cosa a su Tiempo, y cada tiempo a su cosa…”

“VERDADERAMENTE, LOS DESCUBRIMIENTOS NO SON SINO ELEMENTOS QUE VIENEN JUSTO A PUNTO EN LA ÉPOCA EN LA CUAL LA NECESIDAD SE HACE SENTIR Y ELLO ES VALEDERO PARA TODO. El elemento está siempre ahí, lo ha estado siempre, a nuestro alcance, pero no serviría de nada si no se encontrara en qué utilizarlo. Así, ese axioma iniciático tan conocido: “Cuando el Discípulo está dispuesto, aparece el Maestro” … En efecto, el “Maestro” estaba presente, quizá aún al lado del discípulo, pero este no estaba aún preparado, no se hallaba aún en el estadío de “reconocer” al Maestro, ¿de qué sirve entonces que el Maestro se presente? No toca a El de imponerse, sino al alumno de escogerlo, de verlo, de comprenderlo, de seguirlo… El Maestro se muestra, se manifiesta, no se impone, él guía, propone, enseña el camino, advierte de los peligros, anima en los momentos propicios…”

“Los planetas son un poco nuestros “Maestros”, ellos no se imponen: ellos predisponen. La astrología no implica un Destino ineluctable, sino que ella presenta los diferentes aspectos que es preciso aceptar o rehusar y utilizarla en lo mejor de nuestros juicios con el fin de una evolución con vista al perfeccionamiento del individuo.”

“Los planetas VIVEN, se mueven, palpitan, tienen sus simpatías o antipatías entre ellos, tienen puntos de influencia más fuerte o menos fuerte según las zonas que atraviesan, que influyen nuestro mundo, todo aquello que se encuentra sobre la Tierra, y vamos a ver una pequeña parte del simbolismo que se liga a ello.”

“Esta pequeña exposición no será sino un cuadro elemental para ayudar a la memoria y servirá de base para investigaciones más avanzadas.”

En ese sentido también, vemos que ERIS está acompañada astronómicamente de su luna DISNOMIA (Anarquía) que en la mitología personificaba el desorden civil y la ilegalidad. Como los otros grandes males de la humanidad, era hija de Eris, la discordia (…) según Hesíodo Disnomía y Ate son “compañeras inseparables”.

Basta mirar nuestro mundo actual debatiéndose en los extremismos de esas tan conocidas ‘ideologías agresivas’ repletas de incoherencias, pero ¡Ay! siempre afiebradamente ‘INDIGNADAS’ (!) …

“En su actuar Disnomia era compañera de Adikia (la injusticia), de Ate (la ruina) y de Hibris (la violencia), siendo su daimon opuesto Eunomia (el orden cívico). Así lo narraba SOLÓN, que describió los grandes males que este espíritu había traído a los atenienses, en contraposición de los beneficios que traería la legislación y el orden en la ciudad.”

Por lo tanto: fenomenológicamente hablando, Eris se ha hecho más visible en estas décadas para que la humanidad tome conciencia de la DIMENSIÓN CÓSMICA DE LA DISCORDIA y facilite así TRASCENDERLA, del mismo modo que el diagnóstico es el paso primordial ineludible para curar la enfermedad. Tomemos conciencia pues de la necesidad inaplazable de ese PRECIOSO REMEDIO: LA SABIDURÍA MERCURIAL (que RECONCILIA en su caduceo a las serpientes antagonistas discordantes) propia de la ALTA ESPIRITUALIDAD: el Sendero Superior de la Jnanakanda (ver: @magnafraternitasuniversalis).

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