Con excepción de Pedro García Ushiñahua, alcalde de la Municipalidad Provincial de Picota, quien participó en la sesión del Comité de Gestión Regional Agrario, de Saposoa, ningún otro burgomaestre provincial se ha hecho presente en esos espacios desde el año 2017 y que fueron creados para coordinar acciones entre los tres niveles de gobierno dentro del enfoque territorial y los conceptos de la gobernabilidad y la gobernanza. Sus no participaciones no permiten tomar acuerdos políticos y hacer que ellos lideren el desarrollo local teniendo a las entidades públicas como sus soportes y que les alimentan de propuestas y rutas para encauzar el desarrollo. Por estas ausencias es que no puede armonizarse la implementación de las políticas públicas, especialmente en las estrategias para la adaptación y mitigación del cambio climático. La normatividad está bien clara y definida, pero podría haber intereses para querer interpretarla de otra manera.
Los alcaldes aún no están liderando el desarrollo y es el Comité de Gestión Regional Agrario (CGRA) donde tienen la oportunidad para consolidar sus liderazgos. Pero los alcaldes envían a funcionarios y ellos no tienen facultad para comprometer decisiones que van a ser vinculantes y de obligatorio cumplimiento. ¡No existen otros espacios con tanto poder deliberativo y de acción! Querer subordinar el CGRA a una mesa técnica, por ejemplo, es desconocer niveles y roles de intervención.
El CGRA es el espacio donde los alcaldes, y líderes con decisión política, van a encontrar el soporte para intervenir en la puesta en ejecución de las acciones de gobierno local; recuperación de las fajas marginales, por ejemplo. Los gobiernos locales son los elementos clave y decisivos para impulsar acciones de desarrollo y hasta el momento no habrían comprendido sus roles y, al parecer, no distinguen entre lo importante y lo urgente.
Los gobiernos locales son los ejecutores de las políticas públicas. Tenemos 72 políticas públicas nacionales, que el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN) ha publicado en su portal. ¿Lo conocen los alcaldes? ¿Sus altos funcionarios ya les han informado? Porque muchos alcaldes no permiten que les orienten. A propósito, ¿han actualizado sus Planes de Desarrollo Concertado? Con respecto a Tarapoto, ¿de dónde se va a captar el agua para uso poblacional de esta ciudad y los distritos del conurbano? ¿Y el agua para riego, aunque ya no quedan agricultores que riegan en el Bajo Mayo? ¿Seguirán con esas manías de crear una mesa “técnica” que defina si el agua se captará del Cumbaza o del río Mayo? ¿Y los bosques urbanos? ¿Querrán contentarnos con unos parquecitos de un cuarto de hectárea?
Ayer por la mañana recorrimos parte de la cuenca del Cumbaza para realizar un diagnóstico situacional pedida por un consorcio. Pregunta a mi alcaldesa y lideresa local: ¿Cuándo asfaltarán la calle Guillermo Sisley, que estoy exigiendo, pues, desde hace treinta años es un muladar urbano? Que no nos digan que ese asfaltado forma parte de un megaproyecto, porque este cuento ya nos lo han contado quinientas veces. (Comunicando Bosque y Cultura).