Existe un hombre llamado Antonio Nobre que descubrió, por qué es que en la Amazonía existen tantas lluvias, que no se compara con ningún otro lugar del mundo.
Pues bien, a aquello llama el polvo de hadas, el mismo que no es más que los olores de la Amazonía, que forman un polvo finísimo, el mismo que se condensa con las nubes.
Este último viaje que hice al interior del bosque, me sorprendí encontrando olores de los más diversos, era como si cada espacio del bosque estuviese en una copetencia con el anterior con al finalidad de ganarle.
En verdad, nunca había atendido tanto a los olores que expele el bosque como en esta ocasión y no sé qué sucedió, pero este domingo en la Cordillera Escalera, había un concierto maravilloso de ellos.
Recordé a Nobre en todo el camino y me llené de aun más ganas de aportar para que la Amazonía no sea amenazada y menos traicionada por los que se presentan como opciones para gobernarla.