El próximo primero de mayo celebraremos una vez más, como cada año, la Fiesta Iniciática del GURÚ o del Cuarto Grado de Iniciación Mayor, correspondiente a quienes recorren esta etapa del Sendero Iniciático Superior con las características del Amor Universal a todos los seres y la consecuente entrega total a los ideales sublimes de la humanidad.
Como sabemos, GURÚ es una palabra de la antigua y sagrada lengua sánscrita que significa: “Disipador de Tinieblas” y por extensión: Instructor, Maestro de Sabiduría, en el Sendero de la Alta Espiritualidad.
Estos Hombres y Mujeres trascendentales han existido siempre y en TODAS las culturas, siendo reconocidos y respetados por su elevada e imprescindible misión. Así, los podemos reconocer en las diversas civilizaciones con nombres como: DIDASKALOI (cristianismo primitivo), AMAUTA (incas), SENSEI (japoneses), RABÍ (hebreos), SHEIK (árabes), etc.
Sin embargo, durante los últimos seiscientos años aproximadamente, hubo un declive oscurantista y decadencia materialista, especialmente en la cultura occidental, donde se observa el gradual alejamiento de la comprensión hacia la Misión de los Maestros de Sabiduría, considerándolos cada vez más “innecesarios” y hasta “negativos” para el “progreso”. Como bien lo señala el Maestre (Sat Gurú) Dr. Serge Raynaud de la Ferrière:
“Maestro” ha llegado a convertirse en símbolo de dictadura, de tiranía, y también en un signo de ridiculez, del sentimentalismo morboso, de la mística supersticiosa y del fenómeno extraceleste.”
Qué lejos estamos pues hoy, de lo que profesaban, por ejemplo, los antiguos cristianos de los primeros siglos, es decir, su respeto esencial a esa tradición de maestros a discípulos.
A este respecto nos ilustran los estudiosos modernos del cristianismo:
“Desde los primeros tiempos de la Iglesia, tanto los apóstoles como los Padres mantuvieron la solemnidad de los misterios en secreto y silencio, evitando divulgarlos ampliamente entre la gente común para preservar su dignidad. Esta tradición de Maestros a Discípulos, que se remonta a Jesús, se basa en la distinción entre el dogma, que se observa en silencio, y el kerigma, que se proclama públicamente. Cirilo de Jerusalén y San Ambrosio subrayaron la importancia de mantener los misterios ocultos antes del bautismo, para que su revelación tuviera un mayor impacto en los iniciados. Orígenes y Clemente de Alejandría también enfatizaron la existencia de doctrinas ocultas dentro del cristianismo, que se revelan solo a aquellos adecuadamente preparados. Esta discreción busca asegurar que los secretos de la fe sean comprendidos y valorados por aquellos que están verdaderamente dispuestos a recibirlos.”
Pero:
“Desde aproximadamente el siglo IV, la Escuela iniciática, la transmisión de la Gnosis, ha ido desapareciendo en el seno de la Iglesia oficial, la cual, desde entonces, se ha opuesto siempre a todos los intentos de resurgimiento de la misma en el curso de su historia.”
“La palabra griega Gnosis [en sánscrito Jnana, en quechua Yachay] empleada por Jesús (en Lucas XI, 52), significa conocimiento experimental de la Divinidad; procede del verbo gignosco, conocer, de la misma raíz que gignomai, nacer. Muy a menudo suele oponerse conocimiento de Dios y amor de Dios, como si el conocimiento excluyera el amor. «Conocimiento» implica renacimiento, con-noscer es con-nacer, o re-generación, donde encontramos la raíz primitiva «g-n» del griego geinomai, nacer, genos, raza, linaje, etc … Así pues, no existe verdadera Gnosis sin regeneración, muerte y resurrección. La Gnosis o Conocimiento no se sitúa en el plano de la especulación intelectual, SINO QUE CONSTITUYE LA CONSUMACIÓN DE LA REALIZACIÓN Y SE TRANSMITE EN SECRETO DE MAESTRO A DISCÍPULO.”
Este DISCIPULADO a Gurús de carne y hueso, como cadena interminable de maestros y discípulos, es LA CARACTERÍSTICA FUNDAMENTAL, distintiva y exclusiva, del Sendero Mayor de la Iniciación Superior.
Así también lo respaldan las enseñanzas védicas en la India milenaria:
“Mukti, la Liberación, no se obtiene por cantar los Vedas, ni por estudiar los Sastras [Tratados] ni por sacrificios o austeridades, ni peregrinajes, ni por mantras o hiervas. Sólo Jnana, el verdadero conocimiento (conocimiento supremo) puede dar la liberación. Ni los asramas (fases reguladas de la vida) ni la filosofía, ni la ciencia pueden dar la salvación; sólo el conocimiento puede darla. Y ESTE CONOCIMIENTO SOLO PUEDE RECIBIRSE POR BOCA DEL GURÚ, dotado de todos los signos auspiciosos y que conoce supremamente la Verdad de la Tradición Suprema. Todos los demás caminos decepcionan y oprimen; sólo el conocimiento de la Verdad nos da la vida.”
Y en la Tradición SUFÍ con el sabio IBN ARABÍ de quién leemos:
¡OH BUSCADOR que deseas encontrar la salvación, lo primero que debes hacer es buscar un maestro, que verá tus faltas y te las mostrará! Podrás viajar a lo largo y ancho de este mundo para escaparte de ti mismo, pero sólo un maestro te salvará de la tiranía de tu ego. Hazlo ahora, porque lo que uno tiene ahora – sea lo que sea – es mejor que lo que se imagina que tendrá mañana (…) Nunca te sientes donde él se ha sentado. No uses ropas que él haya usado. Sitúate frente a él con dignidad y buen comportamiento, como un esclavo ante su señor.”
Por todo ello, consideramos una verdadera GRACIA de Dios poder seguir las enseñanzas de verdaderos GURÚS como nuestros queridos Maestros de Sabiduría, Venerables Sat Arhats Contadora María Nilda Cerf Arbulú Matemático José Miguel Esborronda Andrade, columnas vivientes en quienes hoy reposa la Gran Tradición Iniciática (ver: www.magnanet.org).