Parece que ahora, para morirse hay que tener dinero, pues ser enterrado en el Cementerio Central de Tarapoto, cuesta mucho, pues según lo dicho por la Gerente General de la Beneficencia Pública de Tarapoto, está entidad “benéfica” recibe aportaciones del Estado, pero tiene una administración privada.
“Desde setiembre del 2018 nosotros nos regimos, nos regula la naturaleza jurídica del Decreto Legislativo 1411. Desde ese año nosotros no nos constituimos como una entidad pública, nuestra rectoría está a través del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Contamos con una autonomía económica, por lo tanto hoy somos de carácter privado” dijo Katuiska Díaz Ríos, gerente general de la Sociedad de Beneficencia Pública de Tarapoto, en entrevista con Radio Tropical.
En otro momento explicó que la finalidad como Sociedad de Beneficencia Pública, es ser una entidad “sin fines de lucro” que atiende a poblaciones vulnerables en pobreza y pobreza extrema, “o sea, nuestro fin es público pero la administración es de carácter privado” señaló. Aun así la gerente de la Beneficencia recibe un salario mensual del Estado, los cinco integrantes del directorio una dieta, por dos sesiones mensuales, de un total de 1,400 soles, que también lo paga el Estado.
Esas razones han motivado muchas críticas de parte de la población de a pie de la ciudad de Tarapoto, quienes señalan que un pedazos de tierra para enterrar a sus familiares tiene igual o mayor costo que en campos santos privados. Por lo que piden urgente intervención de las autoridades para corregir este tema, porque por muchos años siempre la Sociedad de Beneficencia Pública se ha caracterizado por ayudar a la población. Y nunca nadie sabía del decreto legislativo que hoy les da autonomía para administrarse de manera privada, peor aún con recursos del Estado. Por César Gonzaga