El comandante José Garay Ruiz no se presentó al proceso por difamación que se llevaba adelante en contra del director periodístico de esta casa, Lenin Quevedo Bardález. Como consecuencia de ello, se determinó el archivamiento definitivo del caso, según manifestó en la audiencia del juicio oral, el juez Richard Rodríguez Alván.
La denuncia en cuestión fue porque en este diario se publicaron notas en torno al transporte ilegal de combustible desde la localidad de Yurimaguas hacia San Martín. Una cisterna con 10500 galones de petróleo pasó los controles a pesar de haber sido intervenida por la Policía Nacional del Perú. Según indicó en ese momento el suboficial Carazas Núñez, recibió llamadas insistentes por parte del comandante Garay Ruiz, quien en tono amenazante le exigió que el vehículo pase. A pesar de la documentación elaborada por el efectivo policial, al día siguiente el vehículo transportando el combustible ilegal llegó hasta Tarapoto.
Garay Ruiz llegó minutos más tarde, cuando ya la cita había culminado. Solo llegó para ser abordado por los hombres de prensa. En primera instancia justificó su inasistencia manifestando que había llegado desde la localidad de Bellavista. Más adelante al ser advertido que su abogado había manifestado que fue por motivos de salud, cambió su versión indicando que no llegaba porque se estaba poniendo ampollas.
Asimismo, respondió a las denuncias periodísticas en su contra manifestando que lo hacía porque su honor había sido vulnerado por el periodista al indicar que él había intentado frenar una intervención. Esa versión, que correspondía al suboficial Carazas Núñez la justificaba indicando que seguramente “su voz había sido imitada”.
Agregó que no entregó su récord de llamadas telefónicas, pues cada tres meses esta información es eliminada, hecho que fue desestimado por juristas que refirieron que en más de una ocasión se ha solicitado información a la empresa telefónica, la misma que se veía obligada a entregarla hasta con dos años de retraso.
Justificó la denuncia indicando que muchos delincuentes en el pasado lo habían denunciado. No obstante, no supo responder el por qué en esta ocasión quienes lo denunciaban eran sus subalternos.
Dijo también que había llamado en diversos medios de comunicación “miserable” al periodista en cuestión (entre otros adjetivos), porque no había recogido su versión. No obstante, el periodista dijo que en una entrevista con el coronel Humberto Montufar, dicho oficial había respondido por el caso.