RESPECTO A LOS DESFILES ESCOLARES
No se entiende del por qué en las Fiestas Patrias, el máximo grado de patriotismo, es utilizar a los alumnos de los colegios “desfilar gallardamente”, con pasos militares, pasando por un escenario donde están sentadas varias autoridades, que sacan pecho por el Perú con una escarapela en el bolsillo, pero la mayoría de estas autoridades con denuncias sobre irregularidades en sus gestiones, vaya que tal amor por el Perú.
Volviendo a las marchas militares, que se dan no sólo por 28 de julio, sino en el calendario escolar, estas son consecuencia de los sucesivos regímenes militares que tuvo el país, y que actualmente se quiere continuar, bajo la anuencia del Ministerio de Educación y con la complacencia de los profesores.
¿Por qué hacer marchar a un escolar como militar?, cosa que no se ve en otros países, pero el Perú, siempre renuente al cambio, seguimos con esa costumbre castrense.
Debemos enseñar que el amor a la patria va mucho más que “desfilar gallardamente” por la tribuna; eso démosle a los militares y a la Policía.
Lo más lógico, y tal como lo hacen en otras partes, es realizar un desfile cívico, donde participen los colegios, instituciones públicas y privadas, con coloridos pasacalles, en honor a la independencia del Perú.
El amor por el Perú es enseñarles valores cívicos a nuestros estudiantes, para dejar de ser un poco despectivos con nuestro país, y dejar de hacer bromas tontas que siempre dejan mal parado al Perú.
Querer al Perú, no es una marcha militar, querer al Perú va mucho más allá, como el de sentirnos orgullosos de nuestro himno, que vemos en varias actividades públicas que lo cantan con desgano.
¿Cómo hacernos más peruanos?, respetándonos, sabiendo que nuestros derechos no van más allá que nuestros deberes, y no como ahora nos hacen creer, marchando como si los niños fueran militares