Los niños y los ancianos son los más vulnerables a las altas temperaturas.

Con las altas temperaturas que se están experimentando en la Isla surgen también emergencias médicas relacionadas a la exposición al calor, condiciones que se pueden prevenir siendo cautelosos particularmente con los niños y ancianos.

Lo primero de lo que se debe tener conciencia es que el ser humano necesita en promedio un litro y medio de consumo de agua diario, no importa su edad.

Los niños, los adultos y los viejos tienen cada grupo unas necesidades, peligrosidades y complicaciones particulares si no se atiende responsablemente sus exposiciones al calor.

Por ejemplo, los niños requieren mucho líquido diario y a la medida que sus padres no se los suplan sufrirán características clínicas como que se van a achongar o apagar, no actuarán como son ellos, dejarán de orinar y la concentración será mínima en la escuela.

Los viejos también son vulnerables a las altas temperaturas y si tienen enfermedades crónicas el panorama se podría complicar si no se toman medidas preventivas.

Entre los síntomas generales que podría presentar un paciente con complicaciones por exposición severa al calor se destaca calambres, piel seca, erupciones de piel, disminución de orina, deshidratación y en casos severos un shock que podría llevar a la pérdida de conocimiento.

“Estar deshidratado no es un juego. Es cosa seria y hay que reconocerlo tempranamente y tomar acción rápido porque un ‘heat stroke’ puede llevar a problemas mayores que incluyen daño renal, arritmia y hasta la muerte”, expresó un médico especializado en el tema.

Por su parte, el médico, exhortó a la ciudadanía que en caso de una emergencia a causa del calor se debe mover a la persona a un lugar fresco, debajo de una sombra o con aire acondicionado, quitarle los zapatos y levantarle las piernas.