Por Willian Gallegos Arévalo
(Comunicando Bosque y Cultura)
La Dirección Regional de Agricultura de San Martín ha celebrado el 25 de marzo último sus 56 años de aniversario como entidad descentralizada del sector agrario del país. Mediante el Decreto Ley 17533, del 25 de marzo de 1969, se promulga la primera ley orgánica del sector agricultura y se organizan las unidades zonales. Más de medio siglo de presencia tiene esta importante institución en el sector agrario, dependiente hoy del pliego del Gobierno Regional, y en esta larga trayectoria diferentes personajes han pasado por su dirección y dejaron improntas y recuerdos y, muchos, también, pasaron por su jefatura sin pena ni gloria. El director que ha dejado recuerdos por su don de gentes y su extraordinaria calidad humana sería el desaparecido ingeniero forestal Gonzalo Villavicencio Aguilar.
“El Ministerio de Agricultura en los años cincuenta ya tenía una oficina representativa en Tarapoto, pero que dependía de una Oficina que tenía su sede en Huánuco. Cuando se crea el SIPA, en 1960, se organiza en Zonas, y era la representación del Ministerio. En 1965 se ejecuta el proyecto “Desarrollo de las Cuencas de los ríos Huallaga Central, Chiriyacu y Nieva”, que, por su envergadura, necesitaba contar con un espacio propio para alojar sus diferentes unidades, pues era un proyecto compartido entre la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) con la contraparte peruana (la Oficina Nacional de Reforma Agraria -ONRA)”. Por la envergadura y el impacto de este proyecto, en la práctica, el ingeniero John Hartley Morán, sería el primer director no formal del entonces Ministerio en esta región.
La sede del Proyecto Huallaga Central se constituye en el actual predio del jirón Ángel Delgado Morey, donde hubo una intensa actividad administrativa para el sector agrario, que se complementaba con otras dependencias del Ministerio de Agricultura que funcionaban disgregadas, como el Servicio de Investigación y Promoción Agraria (SIPA), el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI), el Proyecto MADAU (convenio Ministerio de Agricultura y Universidad Agraria), para desarrollar ganadería tropical en el Huallaga Central; el Servicio Cooperativo Interamericano de Producción de Alimentos (SCIPA), etc. Ha pasado más de medio siglo y hay aspectos que hay que mejorar, partiendo de la dirección política regional que no ha tenido capacidad para descubrir las potencialidades de la Dirección Regional de Agricultura y su rol en el desarrollo regional.
Para desarrollar el sector agrario no son suficientes los discursos vacíos y solamente para la autocomplacencia. La DRASAM debe persuadirse de su verdadero rol. Se han equivocado en convertir las antes Agencias Agrarias en Agencias de Desarrollo Económico (ADE), que consultores improvisados han impuesto. Y finalmente, se debe reconocer que el Comité de Gestión Regional Agrario (CGRA) es la oportunidad estratégica para impulsar el desarrollo, bajo el liderazgo de la Dirección Regional de Agricultura. Desgraciadamente, la miopía y la mezquindad de los actores políticos no está permitiendo avanzar. Y se han hecho propuestas. (Comunicando Bosque y Cultura).