Cuando un partido político se encuentra cerca del poder, lo mejor que pueden hacer quienes tienen ansias de él, es distanciarse de los medios de comunicaciòn y hablar con la almohada. Lo que ha hecho en los últimos días Kenji, es equiparable con la frase “el auquénido de Harvard”, lanzada por el padre de Lourdes Flores Nano, una candidata que siempre quedaba o segunda o tercera en las elecciones. Peor aun fue cuando dijo que los limeños debían meterse la alcaldía al poto, lo que definitivamente no sumó para una victoria.
Keiko, que es otra de las damas que tienta a la presidencia, ha empezado a meter la pata, pero no por boca propia, sino por la de sus más cercanos “colaboradores”. Uno de ellos, su hermano, cree que el Perú es cosa de administracoón familiar y ha llegado a decir una estupidez como “Keiko y yo creemos en la alternancia democrática y esa alternancia tendrá que darse también por casa”. Este jovencito cree que el Perú es un regalito de api, y gracias a esa actitud está destruyendo a su partido.