Fue un anhelo esperado en el lejano tiempo. La organización de quienes disfrutan del arte de escribir ha venido cocinándose en decenas de años. Si fue larga la espera, que sea indeterminada también su vida orgánica. Porque, existen raros casos de prolongada maduración para que la criatura muera al nacer. El nacimiento de las organizaciones debe emerger de la voluntad de quienes han tomado la decisión de constituirla. La vida de la organización depende de la energía positiva que imprima cada uno de sus integrantes. Los directivos administran las voluntades de los que conforman la organización, mediante gestiones.
Corresponde plasmar el plan estratégico, el cual servirá de guía de la organización, donde se establezcan con meridiana claridad: los procedimientos de la misión, el horizonte de la visión, las metas, los objetivos, las políticas. ¿Qué importancia representa la organización en la comunidad? ¿Qué hará?
Afinar los procesos internos corresponde al buen manejo gerencial, así como caracterizar la transparencia de los actos conductuales. El carácter de la organización se va formando según el cotidiano trajinar.
El medio centenar de escritores organizados va camino a formar parte de la culturización de la sociedad. La organización debe imprimir energía en mejorar cada día la calidad de sus obras literarias producidas.
No solamente en lujosa presentación, con carátulas llamativas y letras extrañas, sino fundamentalmente, en el rico contenido cultural, en la construcción misma de los escritos. El equipo revisor será el filtro por el cual debe discurrir el producto. Las producciones literarias de la región deben traspasar fronteras geográficas, fronteras intelectuales e históricas. Los artistas de las letras deben seguir siempre en interminable ascenso.
Las autoridades y la comunidad en general, deben dejar espacio en su nutrida agenda, para permitir la participación activa de los escritores. Los libros regionales de calidad, deben ser leídos por los pobladores del lugar, porque primero hay que conocerse asimismo, antes de enfocar nuestra mirada al conocimiento de otras vidas en lejanos horizontes. Sin embargo, está metida en la mente humana, la idea de ensalzar al mal vecino y criticar al buen integrante de casa. Por eso los pobladores de Nazaret restaron credibilidad a las palabras de Jesús, porque era natural de allí, el hijo del carpintero, que:
“¿cómo podría enseñarnos ese a quien le vimos crecer?”. Por esa razón, las obras literarias domésticas deben desbordar de calidad intrínseca, porque son universales y deben brillar en el firmamento cultural de la humanidad.
La organización del medio centenar de escritores de la región, ha nacido con ésta agenda y de manera natural, exenta de imposición exógena y de versiones cuadriculadas al aspecto meramente económico.
Tampoco ha existido condicionamiento alguno, mucho menos de renuncias a sus primigenias organizaciones. En buena hora que vivan las organizaciones de base, porque la cultura requiere participación activa en los seres humanos que residen en los distintos villorrios de la región. Escribir por dinero para otros quizá sea primero, escribir con pasión es tan dulce como la misma canción. El dinero es materia que envilece, por tanto pronto se desvanece, es como una piedra carente de vida. El escrito vida debe poseer y emerger de lo profundo del ser. Las letras de los escritos deben estar prendadas, como de las cuerdas de un pentagrama, para sentir el vibrar de sus entrañas, porque vida es la que tienen para estar en constante movimiento. Los deseos positivos, de éxito, a la asociación de escritores de la región.