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lunes, mayo 6, 2024

Heraldos Negros para la tauromaquia

01

“El alma del buey se queja ante Dios: ‘¿Por qué me habéis creado? ¿Quién me ha cuidado? El furor, la violencia, la crueldad y la tiranía me oprimen. Yo no tengo más pastor que vos. Procuradme pues, buenos pastizales.”

Estos dramáticos versos que abren el “Canto del Buey” del profeta iranio Zaratustra (Zoroastro, siglo VI a.c.) nos hacen pensar en el terrible martirio y la injusta e innecesaria desgracia en los que ha caído desde hace miles de años la noble clase bovina a manos de sus malos hermanos: los humanos.

Según Jean Varenne este Canto transmite la idea de que el buey (la clase bovina en su conjunto, empezando por la vaca) actualmente está sin protector; Zaratustra es su defensor, pero ¿qué podría hacer él solo sin el apoyo del poder temporal?…el buey se queja ante Dios por la suerte que le ha tocado: Se le molesta, se le mata, no se le proporciona buen pasto. Y “el confeccionador” del buey implora también la asistencia divina para este animal. Las estrofas siguientes explican que la justicia no reina en este bajo mundo; de ahí la suerte poco envidiable de los bovinos.

Interviniendo a su vez la Buena Doctrina, nombra a su protector esperado, que será Zaratustra, a quien a su vez protegerán los santos inmortales y darán la virtud de la persuasión. Pero el Alma del buey responde haciendo notar que el profeta es débil, pues no hay gobernante que lo respalde, “Su verbo es impotente” y el buey continúa sin un verdadero protector. Las dos últimas estrofas resuenan como una oración (¿del propio Zaratustra?) para que “LLEGUE VUESTRO REINO”, y el poder temporal (los gobernantes) ponga su potencia militar al servicio de la justicia, con objeto de que el buey sea protegido.

La muerte reciente del torero español Víctor Barrio ha desatado un inusitado y tremendo oleaje de apasionados debates y pleitos, con excesos de odio y bajezas en las redes sociales de muchos países y hasta en las instancias gubernamentales.

Estas tormentas aparecen – a mi modo de ver- como manifestaciones del ocaso; “toques de trompeta”, “coletazos finales” “heraldos negros” preludiando el (ojalá) pronto final mundial de la brutal tradición de las corridas de toros en todas sus manifestaciones (“toro de la vega”, “toro embolado”, “San Fermín”, etc.).

No estamos de acuerdo con las expresiones de odio hacia los “pobres” aficionados” y matadores. Digo pobres porque han sido condicionados y afectados psicológicamente desde la niñez haciéndoles participar de todas estas crueldades como si fuera algo normal siendo ellos como últimos eslabones de una interminable cadena de generaciones que han deformado el sentido de la verdadera cultura (en su sentido primordial cultura se emparienta con “cultivo” o “cultivarse” siendo todo lo contrario al aniquilamiento emocional y mental operado por estas barbáricas costumbres).

Como bien lo expresa el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière (www.magnanet.org): “Se tomaba la precaución en España de que antes de llevar a usted a una gran corrida lo hacían beber copiosamente y le invitaban a comer grandes raciones de carne a fin de soportar el espectáculo de una corrida de toros.”

“Nunca un español podría “apreciar” tan bien el espectáculo, como teniendo una botella de vino en su mano; el placer de presenciar la muerte del animal es, pues, un estado de desequilibrio de estos pobres “aficionados” a las corridas de toros. Al no poder resistir la estupidez de sus contemporáneos el hombre tiene evidentemente la necesidad de animalizarse absorbiendo una alimentación de carnes y tiene que buscar escapar al aburrimiento mediante las bebidas y los estupefacientes, para no reaccionar fuertemente contra el rumbo que toma la humanidad actual.” Y en otra parte: “La tauromaquia desaparecerá como todas las prácticas de los tiempos pasados conservadas por algunos fanáticos.”

Tampoco estamos de acuerdo con burlarse de la muerte del torero mucho menos cuando muchos de quienes se mofan así son personas que comen carnes de vacas, pollos, pescados etc. siendo casi una “doble moral” puesto que es una total falacia justificarse en que el toro es torturado y se hace fiesta y las vacas en cambio son “BENEFICIADAS” (!) (Asesinadas) para consumo.

Es una falacia 1) Porque el holocausto de billones de vacas para ser devoradas por los humanos ES TOTALMENTE INNECESARIO puesto que podemos vivir bien desde nuestra gestación SIN CONSUMIR carnes de animales (quien esto escribe y millones de personas somos testimonios vivientes: soy vegetariano desde el vientre de mi madre). 2) Porque la vida (si a ese infierno se le puede llamar vida) de las pobres vacas es un martirio siendo torturadas desde sus primeros años sufriendo horribles maltratos mentales y físicos (alejamiento de sus terneros, inseminaciones forzadas, tratamientos hormonales, hacinamiento cruel, explotación inmisericorde, etc.) tratadas como objetos de producción hasta su desgaste total y 3) No solamente es innecesario comer carne para desarrollarnos SINO QUE por lo contrario: COMER CARNES ANIMALES MALOGRA NUESTRA SALUD por las diversas toxinas (urea, colesterol, ptomaínas, hormonas, los pesticidas acumulados en la carne, etc.) 4) Además el consumo de carnes es EL PRINCIPAL FACTOR DE DESTRUCCIÓN DE LA NATURALEZA (Aguas, selvas, tierras) Y DEL HAMBRE MUNDIAL.

Esperamos pues que se expanda más este “reino” profetizado por Zaratustra (la edad de Oro anunciada en todas las culturas) en el que por fin algunos gobernantes (pocos aún) ya han comenzado a poner sus potencias al servicio de la verdadera JUSTICIA.

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