Hace unos días, mencionaba que mientras se le lance toda la suspicacia únicamente al fujimorismo, las otras organizaciones políticas celebraban y se daban un banquete de placer con los movimientos nada santos del poder. Y eso es justamente lo que nos demuestran las últimas revelaciones de ODEBRECHT, en donde quienes hablan en el presente de moralidad, son los que más involucrados han estado en los manejos oscuros de esta gran empresa que se ha involucrado en los más íntimos círculos de poder de los estados latinoamericanos. El Perú no es la excepción y por lo menos han admitido que han entregado hasta 29 millones de dólares en sobornos para lograr ser favorecidos por el Estado para así poder ganar concursos y realizar grandes obras en nuestro país. Toledo, el primer ministro de ese entonces PPK (hoy presidente), Alan García (con su enorme Cristo de Chorillos para elevar su ego hasta el cielo), Humala y su carita de yo no fui (con su esposa con su cara de todo lo sé), hicieron su parte para que el Perú siga en el atraso. De Toledo se descubrió el asunto de las propiedades que sirvió solo para la campaña pues ahora nada se dice de eso, de Alan todo lo del primer gobierno y todo del segundo y de Humala, algunas otras cochinadas (menos, pero igual). El asunto es que están libres y con lo que hicieron deberían pagar una deuda en cárcel que evitaría que más corruptos lleguen al poder. Pero vamos, eso no va a pasar…