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jueves, marzo 28, 2024

La cola de los aprendizajes

sin utopías
Ricardo Quevedo Ramírez
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El Perú entonces es las fuerzas armadas y las fuerzas armadas es el Perú. A esta conclusión arribo luego que el ministro del Interior Wilfredo Pedraza, manifestara que anualmente se eleva el sueldo tanto de la policía como de las fuerzas armadas, y que en diciembre estarán egresando 9.900 policías más.
Con que haya policías y no haya educación en este país, somos según este gobierno la forma como se va despuntando y la ignorancia que es una de las causas de la delincuencia y la inseguridad ciudadana, se va incrementando; con que haya policías y no haya buena salud, es la forma como este gobierno prioriza a un solo sector; con que haya policías y no haya una buena clase laboral de rescate a todos los trabajadores de todos los niveles, es la forma tan mediocre de estar gobernando Ollanta Humala, pensando solamente en la clase social acomodada, a los que  criticó arduamente mientras era candidato, hoy cual ramera sin principios se acuesta con ellos.
Al empezar el tercer año de gobierno, las cosas deben estar claramente bien cimentadas. Cosa que no es así en efecto. Se sigue pensando que la educación va a mejorar con “cursillos” y “cursitos”, condicionando a los docentes a asistir aunque no aporten nada, pero con su presencia tendrán los puntajes para  escalafón y futuros exámenes; se sigue pensando en nuevas denominaciones como LAS RUTAS DEL APRENDIZAJE que en el fondo es el mismo lo que los años anteriores se venía desarrollando.
En torno al resultado de un alumno (a), siempre se habló inicialmente de capacidades, remplazadas luego por competencias, seguidas de conceptos remplazadas luego por contenidos, seguidas de comportamientos remplazadas igualmente por actitudes ante el área. Incluso se habló hasta de bachillerato en la secundaria, cuando era Ministro de Educación, Felipe Ignacio García Escudero, en el gobierno del hoy reo Fujimori.
Se quiso implantar un sistema de educación puramente copia de los países extranjeros y mal copiado todavía. En este sistema  los alumnos solamente llegaban hasta el cuarto año de secundaria, luego proseguían dos años más de estudio, pero eligiendo ya alguna técnica por donde más se desenvolvía la destreza y habilidad del estudiante.
¿En qué quedó todo esto? En nada, pues al gobierno de aquél entonces le interesaba únicamente la mafia en todos los conceptos y en todas las áreas. La educación era solamente una fachada, una cara bonita de un país que por dentro se estaba pudriendo, se estaba muriendo. Y hoy ese cadáver que es el Perú, ¡Ay, sigue muriendo!
Esto es un permanente ensayo involutivo entorno a los aprendizajes de los estudiantes. Este gobierno teóricamente nacionalista con un títere a la cabeza que le da nauseas pelear con el capitalismo neoliberal, pero sí pelea con la gente que le llevó al poder, por ello confía en sus cuarteles y en las tropas de las fuerzas policiales. Por ello está enmarcado a seguir llenando las calles de miles y miles de policías, motivándoles con jugosos sueldos, mientras los maestros permanecen estáticos sus remuneraciones por más de 10 años.
Claro,  el Magisterio no es su dolor de cabeza de este gobierno, y nunca fue el dolor de cabeza de ningún tipo de gobierno democrático ni dictatorial. Pues democracia y dictadura en el Perú es igual. Sólo que la democracia es más hipócrita, pues dicen que representan al pueblo porque fueron elegidos por sufragio universal, cuando lo que representan son a los grandes capitales extranjeros.
Hay desembolsos millonarios que este gobierno viene haciendo en las fuerzas policiales, pero absolutamente tan pobre en educación. En 1960 la inversión en educación era cuatro veces más que ahora. Nuestros países vecinos como Ecuador, Colombia, México, la inversión por alumno son muy envidiables, y si nos comparamos con los países extranjeros, particularmente con Finlandia, estamos más que en la cola.
Por ello el alumno no tanto tiene la culpa cuando no rinde  bien, el docente tampoco tiene toda la responsabilidad por los resultados mediocres del aprendizaje. Los padres de familia deben también sumarse a esta cruzada  de los aprendizajes de los estudiantes. El Estado debe proyectarse como política educativa permanente, elevando el salario de los docentes.
El Estado no está invirtiendo nada en educación como debería invertir dignamente por un aprendizaje digno de los alumnos y por una remuneración digna de los profesores.
Si estamos en la cola de los aprendizajes, esa denominación RUTA DE LOS APRENDIZAJES, debería llamarse COLA DE LOS APRENDIZAJES.

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