Hoy el partido de gobierno atraviesa momentos críticos y decisivos que influenciarán en sus pretensiones, de ser el caso, para postularse con las siglas PPK en las próximas elecciones regionales y municipales 2018.
Fernando Zavala, Ministro de Economía y al mismo tiempo Presidente del Consejo de Ministros – características que en otro artículo titulé “Gobierno de Entorno”- mediatizó las diferencias en Peruanos Por el Kambio.
Zavala, expone que existen dos agendas en la bancada oficialista en el Congreso de la República, uno a fin al gobierno y otro en sintonía con el partido. Estas declaraciones han provocado diversas reacciones entre los congresistas y dirigentes ppkausas a tal punto que no hace falta hacer grandes esfuerzos para vislumbrar claramente – las tendencias – quienes son los 10 del gobierno y los 7 del partido.
Lo que me llama la atención es que en una coyuntura donde, en primer lugar, los problemas públicos en educación, inseguridad ciudadana y salud no han sido abordados adecuadamente, a ello, debemos sumar las variables desaceleración económica y desaprobación presidencial, con lo que constituye un flaco favor, el que ejecuta Zavala, en ventilar las divisiones del partido de gobierno en medios de comunicación.
En la ejecución del oficio político no hay casualidades. Ese oficio se construye haciendo política. ¿Cuántos analistas – y me incluyo – se han preguntado porque el gobierno no es capaz de tender puentes? La respuesta es clara, si no puedes buscar alternativas de solución – dentro de los cánones institucionales – en tu casa partidaria ¿Cómo se pretende llegar a consensos con otras tiendas políticas?
De mantenerse esa ruptura, esas agendas, entre bancada, gobierno y partido estaremos atisbando el último ciclo del partido Peruanos por el Kambio. El desgaste del gobierno pasa factura y para la colectividad “PPK” no hay 2021 sin 2018. Y sin reelección inmediata, les será muy difícil proyectar un candidato presidencial para el 2026.