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lunes, mayo 6, 2024

“Fin” del mundo

“El ser Humano, con tendencia religiosa, tiene siempre el espíritu un poco “catastrófico”, deseando un poco los grandes cataclismos, para ver en ellos un designio de Dios de eliminar a aquellos que no son de sus concepciones.

Actualmente todavía una secta cristiana espera la gran batalla (del Armagedón), que debe liquidar a todos aquellos que no forman parte de la organización, liquidar para tener a continuación de ese combate la vida eterna!” (Dr. Serge Raynaud de la Ferrière)

Estas apreciaciones describen bien la mentalidad que ¡ay! sigue vigente en millones de personas que -en su fuero interno o subconscientemente- siguen aguardando que sea cumplida su interpretación falaz de las sagradas escrituras basada enteramente en un “complejo general de religiosidad” además de otras “anomalías” psicológicas.

Así, vemos periódicamente “noticias” de amenazas a la tierra por meteoritos, asteroides, cometas, con posibles impactos o influencias destructivas en nuestro ecosistema. Por ejemplo, el autor antes citado respondía uno de esos “casos” anunciados por la prensa espectacular:

“Durante los meses pasados fueron publicados en vuestras columnas artículos espiritual-proféticos por los cuales será conveniente hacer algunas rectificaciones. Se hablaba de un nuevo planeta desconocido de todos (excepción del autor que hizo el artículo) quien se acercó de nuestra tierra al punto que fue previsible el fin del Mundo, consecuencia de una catástrofe sideral. Este nuevo planeta está todavía invisible por ser muy frente del sol… Cuyo planeta el autor del artículo lo nombra “Makros”.

“Menos clarividente que vuestro autor de tal artículo, pero tal vez más versado en materias científicas, me permito dar algunos datos concretos. En el curso del año 1957 aparecieron en nuestro cielo: 7 Cometas, entre los cuales el Cometa (y no planeta) Mrkos (y no Makros). Ese Cometa “Mrkos” (cuya referencia astronómica es “1957. d.”) fue la grande vedeta del año (sin contar con el Cometa Arend-Roland, la 8 y magnífica viajera cometaria del año 1956).”
“No sé, si en vuestro país nadie se entera del error hecho por vuestro autor, pero si él es el único a saber que hay un planeta Makros seguramente que son numerosos los hombres de ciencia que conocen el cometa Mrkos…En fin si debemos seguir las profecías del autor de vuestro artículo, tendremos que temer cada vez que aparece un cometa (y Dios sabe que son numerosos) y si como consecuencia es el fin del Mundo, seguramente que no se trata de nuestro Planeta sino de algunos otros pequeños cuerpos del Cosmos, de todo menos pesimista que este Señor (escritor para lectores de imaginación fértil) soy por mi parte lleno de Fe sobre la continuación de nuestro Universo, Y LO MÁS QUE PUEDO DECIR ES QUE EN VERDAD HEMOS YA PASADO EL “FIN DE UN MUNDO” ES DECIR EL FINAL DE UNA ERA Y QUE ENTRAMOS EN UNA NUEVA ÉPOCA, QUE SE LLAMA LA EDAD ATÓMICA O LA EDAD DE LOS SATÉLITES, ES SEGURO QUE SE TRATA DE UNA NUEVA ERA. En lo que concierne “profecía” dejamos con seguridad actuar al Creador de todas las cosas, este Gran Arquitecto del Universo y llenos de confianza aceptamos la Gracia en las Alturas del Cielo y Paz sobre la Tierra a los hombres de buena voluntad.”

Por otra parte, necesitamos también considerar –sin alarmismos- los datos objetivos y avisos concretos de grandes cambios geológicos ya anunciados como una consecuencia natural de las grandes leyes que rigen el universo:

“En un pequeño folleto (intitulado “La Atlántida”), así como también en mi Obra “Los Grandes Mensajes”, hemos explicado también los rumores que circulan en la India, donde se habla seriamente de la próxima desaparición de Europa, que deberá ser invadida por los mares, 60 años después de que sobrevengan los cambios en el lecho del Atlántico.”

“Numerosos hechos geológicos pueden ser enumerados. YA EN 1950, SE NOTÓ QUE EL LECHO DEL ATLÁNTICO ESTÁ ‘EN MOVIMIENTO’, Y SE PUEDE TEMER QUE SE TRATE, PUES, DEL COMIENZO DE ESTE CAMBIO QUE VA A MARCAR LOS 60 AÑOS FATÍDICOS, ANTES DEL FIN DEL CONTINENTE EUROPEO.”

“Sin embargo, hay que tener en cuenta también que este “movimiento” puede ser contrarrestado por otras convulsiones de la Tierra, además de la variación del Eje Terrestre (como consecuencia de la Nueva Era, indicada por la precesión equinoccial, que ha dado otra inclinación a nuestro planeta, a partir de 1948), que podría también mitigar la catástrofe prevista. Por otra parte, los experimentos atómicos (numerosas bombas estalladas dentro del agua) con sus radiaciones interoceánicas también contrarrestarían esta emersión de picos submarinos.”

“Este ‘fin del mundo’ (o mejor dicho de un mundo, es esperado en todas partes y todas las profecías lo mencionan) puede ser evitado, sin embargo, mediante la emanación de fuerzas armónicas, pues de hecho el fin de un estado de cosas no proviene más que de un desequilibrio: basta sostener el equilibrio para conservar tal estado. En pocas palabras, el desequilibrio que se hace más y más fuerte y que será la causa de un enorme cataclismo proviene del estado de alma de la mayoría de los humanos, por lo cual bastaría educar suficientemente aprisa a la humanidad para evitar esa gran catástrofe y dicha educación viene a quedar en manos de los Iniciados (www.conodeluz.org) quienes van a intentar una prolongación de la raza humana.”

“A pesar de estas catástrofes y estas perturbaciones la Tierra incansablemente gira y girará todavía 50 billones de años antes de que el Sol consuma los planetas…”

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