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martes, abril 16, 2024

De papas, papados y sucesiones apostólicas

Christian Marquina Alván
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El día de ayer se hizo EFECTIVA la renuncia del Papa Benedicto XVI. Este acontecimiento de importancia en el amplio mundo católico y cristiano me lleva a compartir algunos datos interesantes acerca de esta institución milenaria como lo es el Papado. Tomo algunos párrafos reveladores en la preclara literatura del Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière:
“Evidentemente, la Iglesia de Roma habría sido la institución tipo para transmitir, a través de los siglos, la enseñanza pura. Desgraciadamente la continuación de la línea de los Papas (¿transmisión del poder?), se ha interpretado mal; puesto que sabemos que un Papa no es nombrado por su predecesor y ordenado durante la vida de éste, sino escogido por voto, a la muerte del Santo Padre. Es problemático.”
“En efecto, el gran problema de la sucesión apostólica es discutido seriamente y hoy en día ¡pocos son los creyentes que tienen todavía la certidumbre de que el Soberano Pontífice de Roma sea verdaderamente el heredero de San Pedro!”
“León III es el último Papa que siguió la Tradición oculta; ofrece a Carlo Magno un ritual de esoterismo conocido hoy en día bajo el título El Enchiridion del Papa León III”. Es una enciclopedia de Magia cuyas enseñanzas de ocultismo son de lo más preciosas y son seguidas en ceremonias Iniciáticas todavía en nuestros días.”
“¿Cómo el Papa Pío VI (muerto de fatiga durante su encarcelamiento en Valencia) habría podido “pasar” el poder o simplemente “la palabra” a su sucesor? Existen entre los “descendientes espirituales de San Pedro” épocas sombrías, difícilmente explicables. Mencionemos al Papa Silvestre II y a Censius Savelli (Papa en 1216) conocidos por su magia, pero el hecho no es juzgar lo que muchos han llamado magia negra, sino señalar que estos prelados no siguieron la lección simbolizada por las “dos llaves”. ¿Cuál fue, por ejemplo, el papel de Anselmo Vicario de Lucca, convertido luego en Alexandro II?”
“Estamos seguros, por ejemplo, que nadie ha podido aceptar la “transmisión” de Cadalus (Vicario de Parma) conocido por sus crímenes, concubinatos y escándalos y convertido en Papa bajo el nombre de Honorius II; autor de un célebre grimorio de magia, los magistas siguen aún en nuestros días sus instrucciones; él era y es aún, si es posible decirlo, ¡el Sumo Sacerdote de los Brujos! Si es reconocido por los “buenos católicos” como el Antipapa, hay, pues, después de él ¡una ruptura de la sucesión apostólica! Si se acepta que había dado la ordenación a cualquier Pontífice de la Iglesia de Roma, se acepta una pesada responsabilidad, pues es tener un jefe de Iglesia autor de libros de magia vulgar que había dado ejemplo de una vida impregnada de la más vil depravación.”
“Evidentemente, después del siglo XVII, la vida de los Papas parece mejor en relación a su posición y los clérigos ya no escribían más que libros de teología, filosofía, metafísica y ciencia. Hay que reconocer que gracias a la Iglesia, la Magia, la Astrología y las Ciencias Ocultas en general han podido ser salvaguardadas. Los Papas y los Prelados de Roma se han situado frecuentemente como defensores de estas ciencias, si no eran ellos mismos astrólogos eminentes o Magos (San Dionisio, San Cesáreo, San Malaquías, Synesius, Nicéforo, Vicario de Constantinopla y, finalmente, Alberto Magno, que fue canonizado en 1934, autor del libro más popular de Magia: “Grimorio del Gran Alberto”; fue el Maestro de Santo Tomás de Aquino, y así vemos por qué el “Doctor Angélico” es el autor de axiomas sobre astrología).”
“Se sabe que el papado no ha sido siempre homogéneo…Clemente V, escogido por el Rey Felipe el Hermoso, se instaló en Avignon (Francia). Este Bertrand de Got (que fue Papa de 1305 al 1314) fue nombrado Papa por el Rey de Francia, sólo para satisfacer sus exigencias políticas. Los sucesores de este Papa quedaron en Francia hasta 1377, cuando el Papa Gregorio XI regresó al Vaticano de Roma. A la muerte de este último en 1378, la elección nombró a Urbano VI, quién naturalmente no fue reconocido por toda la catolicidad, ya que en Francia se nombra entonces a Clemente VII (evidentemente no se trata de Julio de Médicis, quién fue Papa de 1523 al 1534 bajo el mismo nombre y se encuentra al comienzo del cisma anglicano).”
“Los Papas que quedaron entonces en Roma fueron venerados por Reyes de Inglaterra, Hungría, Polonia y por los del norte de Europa; mientras que los que se mantenían en Avignon fueron apoyados por los Reyes de Francia, de España, de Escocia, de Portugal y por numerosos Príncipes Alemanes.”
“Cada una de las partes excomulgó a la otra, por supuesto, y podemos concluir que de una manera u otra, el catolicismo fue exiliado, sea por los Pontífices que quedaron en Francia sea por aquellos que regresaron a Italia.”
“Es con Martín V (en 1417) que finalizó el Gran Cisma, cuando en el Concilio de Constancia se llegó a nombrar un solo Papa que reuniría las dos partes, pero fue tan espiritualmente pobre, que en 1439, en el Concilio de Basilea se creó un nuevo Cisma.
En fin, la sucesión apostólica de los Soberanos Pontífices sería muy difícil de establecer, si se tiene en cuenta que el Papa elegido, debe recibir de su predecesor el “poder” transmitido después de los Apóstoles del Cristo…”

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