Las políticas públicas son procesos decisionales complejos que pretenden incidir positivamente en un problema público dentro de una realidad determinada donde interactúan distintos actores tanto formales como informales.
Estás políticas públicas son diseñadas e implementadas por la administración pública en los diferentes niveles y sectores del estado peruano. Dentro de la fase del diseño de una política pública es importante exponer que pueden existir distintas ópticas al momento de abordar un problema determinado, muchos analistas de políticas recurren a metodologías para dimensionar el problema, este proceso debe ser los más participativo posible para que los dispositivos aspiraciones, operacionales y organizacionales puedan generar el mayor valor público.
En la fase de implementación, donde el plan se hace uno con la realidad, muchas veces aparecen distintos problemas de dimensión económica, política o social que no permiten alcanzar los propósitos de las políticas públicas.
Entonces, si tenemos un mal diseño y a ello le sumamos una deficiente implementación de las políticas públicas el resultado es lo que muchas veces miramos en diferentes sectores o niveles del Estado Peruano.
Con esta secuencia de procesos es natural, por ejemplo, realizar las siguientes preguntas ¿Cómo están diseñas y como se viene implementando las políticas públicas de Educación? y así sucesivamente pudiéramos realizar el mismo ejercicio sector por sector, nivel por nivel.
Y es allí donde encontramos la importancia y necesidad de apostar por la evaluación y el monitoreo de las políticas públicas, práctica poco usual en nuestra administración pública.
Evaluación y monitoreo no significan lo mismo, la evaluación de acuerdo a su temporalidad puede realizarse ex-ante, intermedia o ex-post y el monitoreo es constante durante el proceso de implementación. Además, los tipos de evaluación de las políticas públicas se han desarrollado a través de la evaluación por resultados, objetivos y de impacto.
Hoy en día la academia de las ciencias políticas – tanto evaluación como monitoreo – ha desarrollado diversas metodologías, utilizando datos cuantitativos y cualitativos para sacar el mayor provecho de las políticas públicas.
Para finalizar el presente artículo quiero señalar que para resolver un problema público es vital apostar por la evaluación y el monitoreo. Esta fase importante nos da mejores luces sobre la distancia entre el desempeño real y lo que diseñamos en un primer momento, nos proporciona información valiosa para mejorar las decisiones, ayuda en el control y rendición de cuentas hacia los ciudadanos y por último genera aprendizaje organizacional dentro de la administración pública.