La corrupción no es sólo un problema moral, es un hecho criminal, es un problema social, de derecho humano por los costos sociales y humanos que la corrupción trae consigo principalmente las consecuencias que traen consigo son la destrucción de las familias y sociedad en general. Hoy vivimos un momento histórico en nuestro país, rompamos con el círculo vicioso de la corrupción, exijamos que la justicia actúe de manera transparente y justa, estemos vigilantes todas.
Nuestra democracia en el Perú es débil y joven aún, tenemos 17 años de haberla recuperado pero vale recordar que sucedió los días, 26, 27 y 28 de julio del 2000 en la que nuestros derechos como ciudadanos se veían vulnerados y aplicamos el artículo 46 de nuestra Constitución: “… Donde se garantiza el derecho a la insurgencia, frente a un gobierno corrupto, usurpadores o a quienes asumen funciones públicas de manera espuria”. En ese entonces todos los ciudadanos salimos a las calles pero quiero resaltar la entrega y convicción de muchas mujeres quienes salieron a protestar, y se mantuvieron al frente luchando porque pensaron en el futuro de sus hijos y el país que le iban a heredar. Como ven en el 2000 todos salimos a defender la Democracia, Libertad y Orden Democrático y principalmente esperábamos recuperar la credibilidad, respeto y representatividad de la nueva generación de políticos en nuestro país.
Ciertamente en el 2016, asistimos nuestro cuarto proceso electoral democrático sucesivo de cara al 2021, donde celebraremos los 200 años de la fundación de la República, hay que reconocer que fueron años de crecimiento económico importante y reducción de la pobreza del 50% al 20% es lo que los discursos de todos los presidentes indicaban; Sin embargo no podemos dejar de reconocer que en o sin Democracia la corrupción nos siguió carcomiendo por dentro.
¿Cómo impacta en nuestro día a día la corrupción en nosotras las mujeres? En que el dinero que tenemos o cobramos por los servicios que prestamos, no nos alcanza para pagar servicios públicos menos aún podemos pagar los precios de pan llevar por los costos elevados, o en otros casos tenemos que pagar por servicios gratuitos con “sobornos” para ser atendidos por algunos malos funcionarios o finalmente no contamos con obras públicas de servicios de agua, desagüe, electrificación, parques o pistas porque “no hay presupuesto” para llevarlas a cabo o en todo caso si contamos con obras son de mala muy mala calidad.
Hoy quiero visibilizar a todas aquellas mujeres que son afectadas por la corrupción, el narcotráfico y el lavado de dinero que terminan afectando los derechos humanos de las mujeres. EL acceso de las mujeres de los derechos humanos fundamentales vinculados principalmente con su calidad de vida, como el acceso al agua. El agua es particularmente vulnerable a la corrupción porque involucra grandes sumas de dinero, y una vez más el impacto también es diferente con relación a las mujeres pobres y sus dificultades para ejercer su derecho al agua potable y a proveer a sus hijos de un alimento de calidad.