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sábado, mayo 4, 2024

AMÉRICA: CUNA DE LA YOGA

Fue especialmente iluminador escuchar el pasado 25 de diciembre en Lima, una hermosa anécdota contada por nuestros queridos Maestros los Venerables Sat Arhats Lic. José Miguel Esborronda Andrade y C.P. María Nilda Cerf Arbulú, en la que compartieron su vivencia junto a su Maestre el Dr. David Juan Ferriz Olivares cuando lo acompañaron en 1991 a un Congreso Internacional de Yoga en Costa Rica, denominado “Yoga: Ciencia Vital” y en el que él había sido invitado como uno de los expositores magistrales. En una de las mesas redondas en que se trataba el tema “¿CUÁNDO LLEGÓ LA YOGA A AMÉRICA?” (Buscando ensalzar a la líder de la organización anfitriona, la profesora de yoga “Indra Devi” -pseudónimo hinduísta de la escritora Letona Eizenija Pertersone- para hacer énfasis en su título publicitario de “primera dama de la yoga en América”) cuando le tocó el turno de palabra al Maestre Dr. David Juan Ferriz Olivares, inició serenamente con su categórico Exordio y Propositio: “LA YOGA NO LLEGÓ A AMÉRICA PORQUE NUNCA SE FUE” continuando en la Confirmatio con la explicación, desarrollo y exposición de evidencias de su tesis acerca del ORÍGEN DE LA YOGA EN AMÉRICA.

Este trascendental y nuevo concepto viene a ser cada día más reconocido puesto que, como bien lo revelan arqueólogos como Marcelo Arroyo Ríos (Investigador de la Organización Cultural Danesa para América Latina) NO EXISTEN EVIDENCIAS DEL ORÍGEN DE LA YOGA EN LA INDIA que sean más antiguas que las evidencias encontradas en América Latina (Perú, Ecuador, Colombia, Centroamérica, etc.).

Esto ya había sido propuesto desde la década de los 70 del siglo pasado por el Maestre Dr. David Juan Ferriz Olivares por ejemplo en su magnífico libro “Los Paramitas del Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière” (www.magnanet.org) en los que expone sólidamente que:

“La importancia del encuentro de vestigios de la Yoga en las culturas Indoamericanas, nos lleva a considerar ciertas fuentes que establecen hipótesis interesantes sobre la posibilidad de un origen más antiguo de la Yoga en América.”

Si bien en la India conservan los vestigios de la literatura védica, con una antigüedad de más de 3,000 años, en América existen estatuarias muy antiguas, para no mencionar sino la de las Culturas Nazca, Recuay, Chimú, en Sudamérica, así como los Mayas, y las de mesoamérica, la Olmeca, las de origen totoneca de la Sierra Madre Oriental, que están exhibidas en el Museo de Xalapa, México.”

Y actualiza estos datos en su obra cumbre “LA SUPREMACÍA DE LA JÑANA YOGA EN LA ERA DEL SABER” expresando que:

“Digamos primero que todo, que la estatuaria de las posiciones de yoga en las culturas de los antiguos imperios de América aparecen notoriamente en los Museos Arqueológicos de Xalapa, México, de El Salvador en Centroamérica, de Lambayeque, Trujillo y Lima en el Perú, así como en la colección privada de la Familia Larco en Lima. La estatuaria de posiciones de yoga data en algunos casos de 4,000 años o más en América.”

“ES INTERESANTE OBSERVAR QUE LA LITERATURA SOBRE YOGA EN LA INDIA NO TIENE MÁS DE 3000 AÑOS.”

“Desde la travesía de la balsa “Kontiki” llevada sin velas por las corrientes marítimas desde el Puerto de Callao en Lima, Perú, hasta la zona del Estrecho de Torres al oeste de la Polinesia, quedó demostrado que los navegantes incas y pre-incas del Perú pudieron trasladar su cultura a zonas que indudablemente fueron receptivas a su cultura.”

Más adelante concluye:
“Por lo tanto, los mayas que tenían también costas por el Pacífico y los pre-incas e incas, dejan las huellas de sus lenguajes, el maya y el quechua en el antiguo sánscrito de la India.”

Continúa con el análisis del factor fonético:
“No tenemos espacio para dar una lista de toponimias y fonemas análogos con el sánscrito, que es la lengua de la antigua literatura yoga y que ahora es una lengua muerta y uno de los idiomas madres de las lenguas indoeuropeas.”

“Diremos solamente que la propia palabra yoga, cuya raíz sánscrita es Yug, que significa unión, identificación, en antigua lengua maya con los mismos significados se dice Yuk! Por cierto que por las derivaciones indoeuropeas del sánscrito vemos que inclusive el idioma español recibe la raíz yug del sánscrito y la conserva con el mismo significado en la palabra con-yug-al, con el prefijo “con” de acompañamiento y el sufijo “al” que adjetiva la palabra. Igualmente en la palabra cónyuge, y en la unión de los caballos y los toros para arar, se ponía el “yugo” que los unía, como en la vena que une desde el cuello un sistema de venas, se le llama “yug”-u-lar.”

Y deduce sabiamente:
“Es evidente que se ha tratado de culturas de la más alta sabiduría, que han sido culturas madres [CARAL por ejemplo], de las cuales no es extraño que nazcan de sus culturas sabidurías como la yoga.”

“Si bien hay la teoría de paso de pueblos del Asia a América por el Estrecho de Behring cercano al Polo Norte, también existe la posibilidad del paso de América al Asia por la navegación.”

“Al presente nos interesan las investigaciones que permitan dilucidar mejor el origen de la Yoga, muy probablemente en América y que en la Nueva Era haya las aplicaciones en el sentido más profundo del Saber.”

Cursos permanentes en Tarapoto: CENTRO CULTURAL DE YOGA JÑANAKANDA (Casa de la Cultura, Jr. Rioja 218, Telf. 986348866).

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