Los agricultores de la cuenca del Bajo Mayo de la provincia de San Martín, atraviesan momentos difíciles debido a la disminución drástica del agua disponible en ríos y quebradas. Según Fernando Rengifo García, presidente de la Junta de Usuarios Bajo Mayo Mishquiyacu, el caudal del río Cumbaza y otras fuentes hídricas de la zona cayó en un 70 % durante las últimas semanas, generando un déficit cercano a los 2,000 m³ por segundo respecto al año pasado.
Ante esta situación, se decidió restringir la siembra directa y solo autorizar la indirecta, como medida temporal hasta la llegada de las lluvias. Las quebradas Shupishiña, Mishquiyacu y Pucayacu, así como el río Shiclayo, se encuentran entre las más afectadas, con caudales que pasaron del 100 % al 30 %. Esta reducción obligó a los agricultores a disminuir sus áreas de cultivo de manera proporcional, lo que impacta directamente en la producción y en la economía local.

Rengifo responsabilizó a las autoridades regionales y municipales por no haber destinado recursos a proyectos de infraestructura de riego. Denunció que la falta de inversión ha dejado al sector agrario expuesto a la crisis, sin alternativas para garantizar el abastecimiento de agua en temporadas críticas.
El dirigente también advirtió sobre las consecuencias sociales y ambientales que genera esta emergencia. La concentración de aguas residuales en las irrigaciones produce contaminación en las riberas y aumenta el riesgo de enfermedades entre las familias asentadas en las zonas cercanas.
Finalmente, solicitó al Gobierno Regional y a los seis municipios de la provincia atender de manera inmediata la problemática hídrica con proyectos de riego tecnificado, obras de saneamiento y medidas preventivas que permitan enfrentar la crisis y evitar un mayor deterioro de la región. Por: Hugo Anteparra




