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lunes, abril 21, 2025
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Monseñor Fulgencio Elorza Legaristi Obispo misionero Pasionista de la Amazonía del Perú avanza hacia los altares

Durante los 17 como obispo viajó incansablemente por los caminos y ríos de la amazonia lo largo y ancho de la selva, visitando todos los rincones de la prelatura, a pie, en canoas, balsas o a caballo, esfuerzo que terminó minando su salud”. 

El Papa Francisco aprobó el decreto de virtudes heroicas de Mons. Martino Fulgenzio Elorza Legaristi, primer Obispo de la Prelatura de Moyobamba en la amazonia, con lo que avanza su camino hacia la beatificación. 

Con la aprobación del decreto el 9 de abril, Mons. Elorza Legaristi, hasta entonces llamado “Siervo de Dios”, es reconocido con el título de “Venerable”. 

Mons. Elorza Legaristi nació en el municipio de Elgueta, en la región del País Vasco el 30 de diciembre de 1899. 

Ingresó al aspirantado en la Congregación de la Pasión (Pasionistas) en 1912. El 12 de junio de 1924 realizó su profesión perpetua y un mes después, el 13 de julio, fue ordenado sacerdote. Tenía entonces 24 años. 

En 1947 asumió la responsabilidad de Delegado de los Pasionistas para América, y dos años después, en 1949, fue nombrado Administrador Apostólico de la recientemente creada Prelatura de Moyobamba. 

La Prelatura de Moyobamba fue erigida el 7 de marzo de 1948 por el Papa Pío XII, con territorio de la Diócesis de Chachapoyas. 

Mons. Martino Fulgenzio Elorza Legaristi se convirtió en el primer Obispo de la Prelatura de Moyobamba el 15 de enero de 1949. 

La Prelatura de Moyobamba recuerda en su sitio web que Mons. Elorza Legaristi realizó “una gran labor especialmente en el ámbito de la educación y formación de las comunidades locales”. 

Además, destaca que “durante los 17 que permaneció en el cargo viajó incansablemente a lo largo y ancho de la selva, visitando todos los rincones de la prelatura, a pie, en canoas, balsas o a caballo, esfuerzo que terminó minando su salud”. 

La Conferencia Episcopal Peruana resaltó en un comunicado que Mons. Elorza Legaristi trabajó para que los miembros del pueblo indígena aguaruna “reciban educación, así como la superación del analfabetismo en los adultos, y fomentó la enseñanza del curso de religión dentro de las escuelas”. 

Martino Fulgencio Elorza Legaristi falleció el 30 de diciembre de 1966 en Lima (Perú), a los 67 años 

Antyecedentes: En el libro escrito por el padre Antonio María Artola, y que nos ofrece una biografía completa de la vida de Elorza. Se trata de un documento mecanografiado que fue entregado por los Pasionistas a Julio Pablo Bazán para que lo incluyera en el archivo de la Hermandad de Nuestra Señora de Aranzazu de Lima con documentos de valor e interés extraordinarios: 

  • Nos cuentan la vida de un hombre que tuvo una existencia que sólo se puede definir como única. Tanto por los acontecimientos históricos que le tocó vivir, como por su compromiso. 
  • Nos ayuda a conocer mejor la labor realizada por estos misioneros vascos en Perú. 
  • Nos ofrece detalles importantes de momentos históricos claves de España y la Amazonía peruana. 

Respecto a la Guerra Civil Española y a los primeros años de la dictadura de Franco en el libro escrito por el padre Artola tienen un gran valor, desde el punto de vista de un sacerdote pasionista, la situación vivida y el papel jugado por autoridades, y agrupaciones políticas y sociales. Y nos muestran, con claridad, el compromiso de esta orden con nuestro país. 

El pasionista que fue alumno del Elorza y que como capellán demostró un heroísmo y un compromiso. Él estuvo en los peores frentes de aquella guerra contra el monstruo totalitario que casi se come Europa Francisco Franco Bahamonde, golpista integrante del pronunciamiento militar de 1936 que desembocó en la Guerra Civil Española. 

Monseñor Legaristi, fue un hombre con una visión religiosa conservadora, que le tocó vivir tiempos de grandes cambios. Tanto en su patria de nacimiento, Euzkadi, como en su patria de adopción, Perú. También le tocó vivir tiempos de reflexión y cambio en la Iglesia Católica. Vivió el Concilio Vaticano II, como participante, con todo lo que ello supuso de cambio y de revolución en la Iglesia. Él no se sentía preparado para los grandes debates teológicos, pero sí propuso y defendió un cambio de calado en la forma en la que la Iglesia se relacionaba con los fieles: defendió el uso de las lenguas vernáculas por parte de la Iglesia, vivió la persecución de su lengua como misionero en los pueblos de la selva en el Amazonas. Por lo tanto, él sabía lo importante que era dirigirse a las personas en su propio idioma. 

La prelatura de Moyobamba ya no tiene un obispo pasionista, pero sin duda ellos han cumplido, y aun cumplen con su misión. Trabajando por los más necesitados y con el objetivo de aquellas comunidades no necesiten tutelas ni protección. Y que sean protagonistas de todos los aspectos de su historia. 

Es verdad que la memoria es frágil, sobre todo cuando hay que recordar las enormes aportaciones de otros. Pero nosotros sí queremos recordarle, a él a Monseñor Venancio Orbe, Anastasio Jauregi, de Larrabetxu, al padre Michelena y sus memorables tertulias en el colegio, al Padre Miguel Ángel San Martin con su agudo y simple en el dialogo en la liturgia en la misa y hasta en la misma clase de religión. 

DATO: La casa alberge de ancianos de Rioja lleva el nombre de Martin Fulgencio Elorza  

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