No soy historiador, pero me permito escribir una breve historia de lo que podría ser un atisbo de cómo he seguido la historia del periodismo sanmartinense, por lo menos desde el siglo pasado, para rescatar desde el olvido a aquellas personas que forjaron lo que se conoce como esa actividad del que Luis Miro Quesada de la Guerra alguna vez escribiera: «El periodismo puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios», dependiendo de cómo se la ejerza. Cuando se habla de historia valoro a las personas porque las cosas no se hacen del aire, no se hacen solas. Al estilo Brecht; si recuerdan.
Debo confesar que no tengo la información completa, por lo que solo voy a escribir sobre lo que me consta, visto y disfrutado. Porque el periodismo me fascina y es una actividad heroica pues ninguna como ella para convertirlo en el vehículo para transmitir cultura, difundir la tradición combinado con su dosis de entretenimiento. Por eso, los periodistas siempre fueron para mí esos ciudadanos no comunes por la labor que desempeñan, siempre y cuando no lo utilicen como forma de chantaje para hacerse sospechosamente ricos y defensores de las injusticias y los privilegios. Pero usted no quiere leer esto.
Creo que el periodismo sanmarinense nace en Moyobamba cuando se publica el semanario “San Martín”, en 1933. Aunque creo haber tenido una copia de un semanario de la época del presidente Augusto B. Leguía que también se editaba en la capital departamental.
Estas publicaciones, que recogían los acontecimientos del día, tanto en los aspectos político, económico y social, eran también los vehículos para las comunicaciones oficiales que hacía la Prefectura Departamental para avisar sobre las solicitudes de terrenos de montaña desde diferentes zonas del territorio. La radio en el Perú hace su ingreso en 1925, en el gobierno de Leguía, y en el departamento de San Martín en 1961 con Radio Tropical, tema este que le dedicaremos capítulos especiales. En Iquitos, funcionaba la radio desde 1953, con Radio Loreto y desde 1957 reinaría en el firmamento amazónico Radio Atlántida. Los locutores de esos tiempos nos parecían ser seres de otro planeta. Pero es otro tema.
El director de “San Martín”, en el octavo año de circulación fue don M. F. Hidalgo Flores. El lema del semanario era “Semanario informativo y de divulgación cultural” y se publicaba los sábados. Confieso que las publicaciones periodísticas de esos años tenían sus marcados sesgos políticos, como hoy día la televisión peruana. Y gran parte de la historia política y social de nuestra región se encuentran en esas páginas. De otro lado, el periodismo escrito tarapotino llegaría en 1959 con el diario “El Sol”, que editaba Pedro Emilio Torrejón Reyna (Rioja), enemigo visceral del arevalismo. En 1962 se publicaba en Tarapoto “La Montaña”, cuyas letras mayúsculas eran formadas por unas líneas de troncos rollizos. Pero esta historia continuará. (Comunicando Bosque y Cultura).