El agua es prioridad, no es gratuita, tampoco infinita…
Entrevista: Beto Cabrera
“El mecanismo de retribución del servicio ecosistémico MERESE es reconocer que la naturaleza entrega muchos servicios que a veces no se evidencian, por eso hay que cuidarla, tenemos que ser responsables en su uso”. Es la primera reflexión de Gutiérrez Martínez; docente en la escuela de posgrado de la Universidad del Pacífico en las materias de Regulación de Servicios Públicos y Gestión de Infraestructuras y en la maestría de gestión pública, el presidente ejecutivo participa en el evento “10 años de MERESE Conservando y Construyendo Futuro” a desarrollarse en Moyobamba.
Al iniciar el diálogo, Gutiérrez Martínez se pregunta “¿Quién provee el agua en cantidad y calidad? es la naturaleza. ¿Quién nos entrega una diversidad biológica o paisajística? es la naturaleza” sostiene.
Y muchas veces no nos damos cuenta que esos son servicios que se tienen que mantener en el tiempo y que lamentablemente, a veces, terminan si es que no se tienen cuidado, va a terminar decayendo en calidad y en cantidad. Los MERESE surgen como un reconocimiento que hay una necesidad de actuar para mantener estos servicios.
En el caso particular de los MERESE hídrico, van en la línea de tratar de establecer y financiar proyectos o brindar financiamiento para que se desarrollen ciertas actividades que permitan generar recursos que mínimamente permitan entregar cantidad de agua suficiente para que se pueda brindar agua potable a las empresas prestadoras, en Tarapoto, Rioja y Moyobamba. Ese es el objetivo de los MERESE.
Y un poco contando la historia, los MERESE en San Martín nacen incluso antes de la ley. En el caso de la primera iniciativa de MERESE se da en el año 2008, si no me equivoco y la ley salió hace 10 años, por eso estamos celebrando ahora los 10 años.
La ley señala que debe haber un reconocimiento, una retribución por estos servicios que van en la línea, digamos, conservación de las cabeceras de cuenca, que es una de las cosas que nos interesa. En Tarapoto, curiosamente cuando llueve tiene menos agua, ¿por qué? porque aumentan altos niveles de turbiedad que no se pueden tratar, eso responde que es un tema de la naturaleza misma, pero también, o puede acrecentarse, si es que las cabeceras de cuenca no están debidamente protegidas con vegetación.
Entonces, para abordar el tema, hay que tener una mirada global ¿Cuánto hemos podido avanzar?
Uno de los MERESE que más avance ha tenido es la ley MERESE no solo es para protección de cabeceras de cuenca, sino también para paisaje, para muchas otras intervenciones, los MERESE hídricos deben representar aproximadamente el 70% de las intervenciones de naturaleza vinculado al tema de MERESE hídricos. Eso para poner en dimensión.
Las empresas de agua han sido, digamos, el sector o el componente que más trabajo ha tenido en esta materia, pero, lo cierto es que resulta todavía insuficiente. Si hiciéramos una estimación de cuántos millones se necesita para cerrar la brecha de inversión, cemento, tuberías a nivel nacional para poder tener abastecimiento de agua 24 horas todos los días, estamos hablando que se necesitaría como 120 mil millones de soles.
Pero la pregunta es ¿cuántos millones se necesitan para reforzar? 120 mil millones hay que entender que es una cantidad enorme de dinero. Es equivalente al 50% de todo el presupuesto nacional.
¿Pero cuánto necesitamos para cerrar la brecha verde?
Es el equivalente de inversiones que se requerirían, por ejemplo, para hacer reforestación de las zonas que han sido degradadas a nivel nacional no existe todavía un número cerrado. La cifra aproximada según estimaciones preliminares con información satelital, nos dice que está en el orden de los 50 mil millones.
Entonces, un primer tema que tenemos como país es poner en agenda la necesidad de la conservación, segundo, evidentemente, está la recuperación, porque también una cosa es tener a la naturaleza, cuando hablo de prestar servicios, es cómo convivir con la naturaleza para que se puedan utilizar estos servicios. Pero el hecho es ¿cómo los vamos a conservar en el tiempo? Todos tenemos que ser conscientes que nos están entregando servicios y por eso tenemos que contribuir para su mantención.
¿Cuánto finalmente estamos contribuyendo?
No llegará ni el 1%, entonces, esa es una tarea importante, que es relevante que se ponga en la agenda pública, porque no va a bastar con sólo incorporar un componente dentro de la tarifa para poder decir, vamos a cerrar la brecha verde.
Necesitamos un trabajo articulado de toda la sociedad, de las personas que hacemos uso de los servicios, en el caso de San Martín, de la industria hotelera, de los comercios, pero también de todas las autoridades, para que se incorpore dentro de las prioridades regionales el tema de la conservación de la cabecera de campo.
Hecho este diagnóstico, cerrar este círculo, el círculo verde o el círculo de vida, realmente es un tema que debería llevar a la reflexión a un alto nivel. ¿Usted técnicamente maneja el tema, pero hay que aterrizar en la población y en las mismas autoridades vigentes a las que pretende gobernar?
Y son dos cuestiones importantes la visibilización y el papel que tienen la SUNASS. La SUNASS es un órgano técnico, a veces lo técnico no se entiende cuál es su papel, pero lo técnico es como preguntarle al médico que nos diga cuál es el nivel de la enfermedad y cuál es la acción que se debe tomar.
Y es la sociedad la que tiene que tomar rienda y responsabilizarse para tratar de hacer esa solución. Lo menciono, ¿por qué? porque, para empezar, si quisiéramos preguntarnos ¿Cuánta agua se consume en San Martín? ¿Quién consume más agua? ¿La ciudad o los usos productivos? Un problema que tenemos a nivel nacional. En cuanto, ¿cuál es la prioridad? Incluso la ciudad misma, Tarapoto es una de las ciudades de mayor crecimiento a nivel nacional.
Todos tienen el mismo nivel de acceso de calidad en continuidad de horas de servicio. Todos consumen la misma cantidad de agua. O hay zonas que tienen más o tienen menos. ¿Cuánto?
Es muy importante ser conscientes de cuando hay una restricción, ustedes hace poco han tenido restricciones del acceso al agua, y esa es una de las prácticas que justamente ha sido reconocida por “Ciudadanos al Día” hemos podido hacer un monitoreo de cuáles son los niveles de continuidad que se han tenido por sectores. Es necesario saber quiénes son los más y menos afectados, y qué inversiones se tienen que desarrollar. Muchas veces, en la dirección de los proyectos responden más a quién presionan más para que salga el proyecto.
¿La realidad nos exige ser cada vez más objetivos al tratar el tema?
Las personas que están siendo más afectadas y que tienen menos acceso al servicio del agua son las que deberían estar en primer lugar en la lista de direccionamiento de los proyectos. En busca de ese objetivo, hay un tema muy puntual, como usted lo ha señalado. El tema principalmente está en el ciudadano y el ciudadano debería tomar conciencia, pero para que tome conciencia, se tiene que hacer un fuerte trabajo de prevención.
Nuestras instituciones hablan con frecuencia de la prevención, para prevenir hay que saber comunicar. Y aquí entra de cajón el tema de ordenamiento territorial ¿Algo que no encaja tal parece en el discurso de los actores sociales?
Hay un tema de conocer cuál es la situación. Yo hago siempre una pregunta a las personas. ¿Cuánta agua consume? les pregunto a un hogar, lo que me dicen es que no tienen ni idea, yo les digo, ¿qué creerán? ¿Consumirán al mes 5.000 litros? Mucho, me dicen. ¿Cómo voy a consumir 5.000 litros? Y les digo, la verdad, una familia de 4 personas en un clima no tan cálido como el que tenemos acá, consumen más de 15.000 litros por familia y no somos conscientes, osea, 15.000 litros es 15.000 botellas de litro que consumimos en distintos usos y no nos damos cuenta de la cantidad de agua que consumimos.
Si no somos conscientes de lo que consumimos, no sabemos cuáles son las soluciones. Eso es lo primero. Desde lo muy micro, como ciudadanos, tenemos que ser conscientes de lo que compramos, cuando hago la pregunta ¿cuántas gaseosas te tomas al mes? Bueno, tienen una idea, porque son conscientes de las botellitas que compraron. ¿Y cuánto has gastado? Multiplican. Cuando les pregunto cuánto han consumido, no tienen idea de cuánta agua han consumido.
Cuando hablamos de ordenamiento, hay que hablar de dos tipos de ordenamiento, tú hablas del ordenamiento territorial, pero antes de hacer el ordenamiento territorial, también hay que responder el ordenamiento urbano, que es un elemento muy importante, porque cuando las ciudades crecen de manera desordenada, las inversiones siempre van a estar rezagadas. Si yo tengo una localidad que va creciendo a un ritmo y las inversiones no van a ese nivel y tengo la misma cantidad de agua, la única respuesta es que la misma cantidad de agua se va a tener que distribuir entre más personas.
¿Lo nos lleva a un consumo, racional y eficiente?
Exactamente. Y no es lo mismo establecer o priorizar crecimiento en ciertas zonas donde ya hay redes, a que la población se ponga en zonas donde no hay redes. Y los costos son enormes. Y eso también es importante interiorizar.
Una conexión de agua y alcantarillado en promedio a nivel nacional, ¿cuánto creen que cuesta? Y dicen, pues, costará 2,000 soles a 3,000 soles. El costo promedio de una conexión de agua, sumando los costos de hacer los tubos y llegar hasta el punto, por casa cuesta 50.000 soles. Y puede llegar hasta 90.000 soles.
En muchos casos, uno recién repara y dice, pero si mi casa puede costar, no sé, en algunos lugares que a veces es de propiedad informal, el valor de la tierra termina siendo menor que el valor del proyecto de conexión hacia esa casa. Entonces, ¿por qué se demoran tanto? ¿Por qué falta proyecto? Porque no somos conscientes que el desorden de crecimiento termina volviendo la mochila de inversión enorme y no podemos desarrollarlo.
Entonces, ese es un primer término que las autoridades urbanas tienen que ser conscientes. Porque cuando se deja libre, lo que está pasando es que estamos acumulando la deuda que en algún momento vamos a tener que pagar con inversión. Y en el ordenamiento territorial tenemos que ser claros.
¿Y, el siguiente paso?
Esta es una visión más general que escapa a la SUNASS, pero es un tema de responsabilidad de cómo se piensa crecer como región. SUNASS lo que entrega es información en el segmento que nosotros somos responsables, que es la prestación de los servicios en el ámbito urbano y conocer también cómo se brinda en el ámbito urbano y rural, pero en la prestación final. Ahora nosotros estamos dando señales también en otras materias.
La crisis hídrica conlleva a que estemos pensando y lanzando señales, aunque no somos la autoridad directamente vinculada, estamos generando investigaciones para alertar y la necesidad de estar preparados en ese caso.
En conclusión, SUNASS tiene el diagnóstico y por ellos ustedes han sido reconocidos por esas buenas prácticas. Como sociedad tenemos la responsabilidad de ordenarnos.
Bueno, San Martín tiene muchos retos, es una región de altísimo potencial, y si no se cuida el agua, y si no se tiene el agua dentro de la agenda, puede ser un limitante para su desarrollo. No sólo hablo de agua para actividades agropecuarias y para los temas de los servicios hoteleros, estoy hablando que una ciudad que no tiene agua de calidad, difícilmente puede tener crecimiento. Es equivalente a no tener gasolina en un auto de Fórmula 1. Entonces, eso es el agua para una ciudad. Tenemos que priorizarlo.