Tras su muerte, sus hijos heredaron todo lo que el Premio Nobel construyó a lo largo de su vida como escritor.
La reciente muerte de Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, ha causado un profundo impacto en el mundo literario y en la opinión pública internacional.
Con 89 años y una prolífica carrera de más de seis décadas, el autor peruano no solo deja un legado literario invaluable, sino también un considerable patrimonio económico y personal, cuya distribución entre sus herederos —Álvaro, Gonzalo y Morgana— podría generar atención mediática en los próximos meses.
Con un patrimonio estimado en más de 10 millones de euros (11.37 millones de dólares), sumado al valor literario y simbólico de su obra, el legado de Vargas Llosa continuará marcando la historia de la literatura hispanoamericana y, muy posiblemente, generando titulares mientras se define su sucesión.
Patrimonio y propiedades
La vida del autor de La ciudad y los perros no solo estuvo marcada por la excelencia literaria, sino también por una intensa vida pública y un estatus de figura internacional.
Este perfil le permitió acumular un notable patrimonio a lo largo de los años. El premio Nobel recibido en 2010 le otorgó un millón de euros, al que se sumaron ingresos por adelantos editoriales, ventas mundiales, derechos de autor y contratos exclusivos como columnista en El País de España.
Entre sus bienes, destacan:
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Un emblemático piso en Madrid, de más de 290 metros cuadrados con terraza, ubicado en una de las zonas más codiciadas de la ciudad.
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Un apartamento en Londres (posteriormente vendido).
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Un piso en París, ciudad donde residió en su juventud y que siempre consideró una de sus favoritas.
Por su parte, Patricia Llosa, su exesposa, conservó propiedades clave, entre ellas:
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Una residencia en República Dominicana.
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Un departamento en Nueva York.
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La casa familiar en Lima, donde Vargas Llosa pasó sus últimos días acompañado por ella y sus hijos.
Derechos de autor
Con su fallecimiento, se anticipa un incremento en las ventas de sus obras, un fenómeno habitual tras la muerte de grandes figuras literarias.
Este auge genera nuevas fuentes de ingresos a través de los derechos de autor, actualmente gestionados por la sociedad Misti Copyright SL, creada por el propio escritor y administrada por su hijo Álvaro Vargas Llosa.
Dicha empresa fue concebida para centralizar y optimizar la gestión de sus publicaciones, tanto editoriales como audiovisuales. El rol de Álvaro será clave en la administración del legado intelectual de su padre, especialmente ahora que se espera un renacimiento del interés por su obra.
Desde sus primeras novelas hasta sus ensayos políticos y columnas de opinión, el universo de Vargas Llosa sigue siendo una fuente relevante de ingresos y de influencia cultural.