En una clara muestra de compromiso con la conservación de la amazonia, 32 Custodios Forestales y de Fauna Silvestre, fueron oficialmente acreditados y equipados para reforzar la vigilancia participativa en las más de 143 mil hectáreas que comprende la Concesión para Conservación Alto Huayabamba, ubicado entre las regiones de San Martín y La Libertad.
Esta actividad se desarrolló en una jornada conjunta entre Amazónicos por la Amazonía (AMPA), la Autoridad Regional Ambiental de San Martín (ARA – SM) y la Jefatura de la sede Bolívar, marcando un hito en el proceso de formalización de los comités de vigilancia comunitaria, fundamentales en la defensa del patrimonio natural y cultural de sus territorios.
Los nuevos custodios provenientes de los sectores de Shomenate, Cujibamba, Uchumarca, Bambamarca y Condormarca, recibieron credenciales oficiales y kits de trabajo, que incluyen celulares, GPS, linternas, termos digitales, indumentaria, ponchos de lluvia y materiales esenciales para sus labores de campo. Este reconocimiento no solo formaliza su rol, sino que también los empodera como actores claves en la gestión sostenible del bosque.
“Ser Custodio Forestal no es solo un título, es asumir un rol de responsabilidad frente a nuestras comunidades y la naturaleza que nos rodea”, destacó Juan Torres Burga, uno de los líderes acreditados durante la ceremonia realizada en Condormarca.
AMPA, como organización responsable de la gestión de la CCAH, viene impulsando desde hace más de dos décadas una estrategia de conservación participativa que reconoce el conocimiento local y el liderazgo territorial como herramientas esenciales para proteger los ecosistemas de montaña, las fuentes de agua y la biodiversidad amazónica.
La jornada también contó con la participación del Parque Nacional del Río Abiseo (SERNANP) y APAHUI, reforzando la articulación entre instituciones y comunidades para enfrentar amenazas como la tala ilegal, la caza furtiva y el cambio climático.
Este proceso de fortalecimiento institucional no solo mejora la vigilancia territorial, sino que consolida una red de defensores ambientales con identidad, legitimidad y capacidades, listos para proteger la Amazonía con firmeza y vocación.
Porque cuidar el bosque no es una tarea de pocos, sino un deber colectivo que empieza con líderes decididos y comunidades organizadas.