Pobladores de Flor del Mayo reclaman que ha pasado casi tres meses sin avances claros ni notificaciones oficiales.
Desde la firma del convenio para elaborar el perfil técnico en septiembre de 2024, firmado por los gobiernos regionales de San Martín y Loreto, la comunidad en la margen izquierda del Alto Mayo; a casi tres meses de iniciados los trabajos desde el 6 de mayo de 2025, aún no han sido informados sobre los avances del estudio de preinversión de la carretera Moyobamba–Balsapuerto, advierte el ingeniero Sergio Olortegui Chamoly, propietario afectado. El contrato de la empresa Convial Moyobamba, concluye el 2 de octubre del presente año, lo que deja apenas 44 días para presentar resultados. La incertidumbre y el silencio institucional preocupan a los pobladores.
El 4 de septiembre de 2024 se formalizó un acuerdo entre ambos gobiernos regionales para formular y evaluar el proyecto, fortaleciendo el compromiso por mejorar la conectividad entre las dos regiones. La importancia del proyecto fue reafirmada en noviembre de 2023, con la conformación de una Mesa Técnica Multinivel que incluyó autoridades, comuneros nativos y representantes de la sociedad civil.
Este corredor vial, que comprendería alrededor de 148 km, pretende articular, regiones y sacar al mercado productos del Alto Mayo, Alto Amazonas-Yurimaguas hacia Loreto, Brasil y Europa, proponiendo una integración económica y cultural. Pese al anuncio y estructura técnica, los pobladores reportan una preocupante carencia de información. El 25 de mayo, la empresa Convial Moyobamba presentó los lineamientos del estudio: topografía, mecánica de suelos, impacto ambiental y socioeconómico, empadronamiento y servicios básicos. Desde entonces, no hay registro de informes, certificaciones ni convocatorias adicionales.
El ingeniero Sergio Olórtegui Chamolí, propietario en la zona, resume el sentir colectivo. “No he recibido notificación alguna”. Este silencio institucional genera frustración, desconfianza y deslegitimación de un proceso que debería ser participativo y transparente.
La falta de respuesta no solo retrasa un proceso técnico esencial, sino que también amenaza la confianza comunitaria, un componente clave en cualquier proyecto de alto impacto social. Sin mecanismos de rendición de cuentas activos, la opción de que este proyecto no quede en promesa incumplida.
Olortegui Chamolí, hace un llamado al gobierno regional de San Martín, mediante la gerencia regional de infraestructura, quienes deben realizar un seguimiento constante a todo el proceso de formulación y evaluación del proyecto. Ojo, ellos también tienen que velar por todos los desarrollos que están realizando esta empresa para informar a la población mediante un representante sobre las acciones que están tomando.
La Autoridad Regional Ambiental -ARA, es responsable de emitir una opinión vinculante a la fecha tampoco existe, sobre la respuesta del trazo dentro de su ámbito territorial, lo que asegurará que se cumplan todas las normativas ambientales y que el proyecto no tenga un impacto negativo sobre el ecosistema en la zona.
La construcción de infraestructura va más allá de ingeniería; pasa por construir legitimidad. Solo con reuniones informativas, informes accesibles y la activación de los compromisos firmados, este proyecto puede reafirmar su promesa de progreso. De lo contrario, el silencio puede ser la sentencia para que la carretera Moyobamba–Balsapuerto se sume a la larga lista de proyectos anunciados que nunca llegaron a buen puerto. Por: José O. Flores Vargas.