En el marco de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación 2025, celebrada el 1 de septiembre, el Papa León XIV lanzó un enérgico llamado a una acción urgente por la justicia ambiental, recordando que “en un mundo donde los más frágiles son los primeros en sufrir los efectos devastadores del cambio climático, cuidar la creación se convierte en una cuestión de fe y humanidad”.
El Pontífice alertó sobre las guerras por el control de los recursos naturales, subrayando los efectos a medio y largo plazo de la devastación humana y ecológica provocada por los conflictos armados. En su mensaje denunció que la destrucción de la naturaleza golpea con más fuerza a los pobres, marginados y excluidos, siendo “el sufrimiento de las comunidades indígenas” un ejemplo emblemático de esta realidad.
“En estas dinámicas, la creación se transforma en un campo de batalla por los recursos vitales —explicó—. Zonas agrícolas y bosques se han vuelto peligrosos debido a las minas, la política de tierra arrasada y los conflictos por las fuentes de agua. Además, la distribución desigual de materias primas penaliza a las poblaciones más débiles y socava la propia estabilidad social”.
En su mensaje, León XIV insistió en que la justicia ambiental no puede seguir viéndose como un concepto abstracto o una meta lejana. Por el contrario, “es una necesidad urgente que trasciende la protección del medio ambiente y toca la justicia social, económica y antropológica. Para los creyentes, además, es una necesidad teológica, que para los cristianos tiene el rostro de Jesucristo, en quien todo fue creado y redimido”.
El Papa destacó también el proyecto “Borgo Laudato si’” en Castel Gandolfo, presentado como un modelo de cómo se puede vivir, trabajar y construir comunidad aplicando los principios de la encíclica Laudato si’, que inspira un compromiso concreto con la creación y la fraternidad universal.