En la ciudad de Lamas, reconocida como Capital Folclórica de la Amazonía Peruana, se viene registrando una preocupante ola de vandalismo politiquero que atenta contra los murales urbanos, considerados parte esencial de la identidad cultural y artística del pueblo. Estas obras, creadas durante más de 15 años en festivales y jornadas artísticas, relatan la historia viva de la ciudad, sus raíces kechwa, sus tradiciones y su relación con la naturaleza.
Sin embargo, en los últimos meses, muchos de estos murales han sido cubiertos o dañados por pintas partidarias y mensajes electorales, especialmente durante la actual campaña política. Este uso indebido de los espacios públicos no solo destruye el valor artístico y simbólico de las obras, sino que también afecta la imagen turística de Lamas, una ciudad que promueve el arte como motor de desarrollo y cohesión social.
Los artistas locales han expresado su indignación y preocupación por la pérdida de espacios para el muralismo y por la falta de políticas que protejan el arte urbano. Señalan que estos murales no son comerciales, sino expresiones comunitarias que educan, inspiran y fortalecen la identidad amazónica. “Cada mural borrado representa una herida a la cultura popular”, señalaron.

Ante esta situación, proponen que las autoridades locales declaren los murales como patrimonio cultural contemporáneo, que los candidatos políticos firmen un pacto de respeto al arte urbano, y que se impongan sanciones a quienes utilicen los muros artísticos para propaganda electoral.
El reciente caso del mural borrado en Moyobamba, realizado por el artista Marco Medina apenas 48 horas antes de su eliminación, es un reflejo del poco respeto hacia el trabajo artístico en la región.
Defensores del arte mural advierten que proteger estos espacios es proteger el alma cultural de Lamas. “Cuando la politiquería invade los muros del arte, no solo se borra una pintura: se apaga una voz del pueblo”, expresaron los artistas, quienes piden un compromiso real de las autoridades para preservar el patrimonio visual y cultural amazónico.
Por Tomas Cotrina



