Michael Tapullima Tuanama, trabajador del Grupo Selva, perdió la vida durante el violento asalto registrado el pasado sábado a las 11 de la mañana en el local principal de la empresa avícola. Michael laboraba desde hace más de seis años en esa empresa y, según sus compañeros, siempre destacó por su responsabilidad y compromiso. Representantes de la avícola, recordaron que era un trabajador ejemplar, apreciado por todos.
El día del atraco, Michael había acudido al local para cobrar sus haberes, sin imaginar que minutos después tres sujetos armados irrumpirían para cometer el asalto. Al notar la situación, no dudó en intentar impedir el robo, motivando que otros dos compañeros reaccionaran de inmediato. Los tres trabajadores lograron enfrentar a los delincuentes y estuvieron cerca de reducirlos, hasta que un tercer cómplice ingresó disparando contra ellos.
Horas antes del ataque, Michael Tapullma había participado en las actividades por el aniversario del asentamiento humano 16 de Noviembre, en La Banda de Shilcayo, lugar donde radicaba junto a su familia. Ese sábado fue parte de una jornada en la que se premió a la mejor calle adornada y, según los vecinos, se le vio entusiasta y alegre por la celebración. Debido a su fallecimiento, las actividades programadas para el sábado y domingo fueron suspendidas como muestra de respeto.
Tras finalizar su participación en dicha actividad comunal, Michael se dirigió a su centro de labores, donde lamentablemente encontró la muerte. Sus compañeros aún no pueden creer que, después de compartir momentos de celebración horas antes, haya perdido la vida de manera tan repentina y violenta.
Su esposa, profundamente afectada, afirmó que Michael era un hombre responsable, dedicado a su familia y orgulloso de trabajar en el Grupo Selva. Señaló que su comportamiento valiente al intentar defender a la empresa no la sorprende, pues siempre actuaba con lealtad y rectitud. La familia exige justicia para que este crimen no quede impune y que se identifique lo antes posible a los responsables del ataque. Por: Hugo Anteparra



