“La Amazonía necesita Miguelinas: la infancia que forja la justicia del futuro”

El escritor anuncia: “Mi próxima novela se titula Carmen, la biografía novelada de mi madre, Carmen García Guerra”.
Entrevista: Beto Cabrera Marina

La tarde amazónica cae sobre Yurimaguas y, en esa luz dorada, parece más evidente que algunas vidas están destinadas a convertirse en faros. Una de ellas es Miguelina Acosta Cárdenas, la jurista pionera nacida en esta ciudad ribereña en 1887, cuya historia vuelve a cobrar fuerza —y vigencia— de la mano del escritor amazónico Róger Rumrrill, recientemente galardonado con el Premio Nacional de Literatura 2025 por su obra Miguelina. Con la serenidad del maestro que ha dedicado su vida a su territorio —su “eje cósmico”, como él lo llama— Rumrrill conversa con VOCES sobre esta obra, su misión literaria y su certeza más profunda: serán los libros, las mujeres y las juventudes quienes volverán a encender la luz sobre la Amazonía.

Desde el inicio de su vida literaria en los años sesenta, Rumrrill ha sido un investigador apasionado por las figuras amazónicas que dejaron huella en los campos cultural, social, económico y político. Así conoció y entrevistó a personajes vinculados a la época del caucho como Miguel Loayza, lugarteniente del “Barón” Julio C. Arana, y a Zacarías Valdez Lozano, colaborador de Carlos Fermín Fitzcarrald. Entre todos ellos, tres mujeres destacaron por su impacto en la historia peruana: Miguelina Acosta Cárdenas, Emilia Barcia Bonifatti y Gabriela Porto de Power. Aunque Rumrrill conoció a Bonifatti y Porto de Power, nunca pudo conocer a Miguelina, quien falleció en 1933. Sin embargo, ella se convirtió en una figura clave en su formación intelectual. Miguelina fue la primera mujer abogada del Perú, la primera en litigar, defensora de mujeres, obreros y pueblos indígenas, y autora de una tesis doctoral que dio origen al feminismo jurídico peruano. Además, integró el círculo intelectual que acompañó la construcción del pensamiento crítico de José Carlos Mariátegui.

Pese a los estudios recientes —especialmente los del académico Joel Rojas Huaynates, principal biógrafo de Miguelina— existía poca información sobre su infancia, juventud y formación europea. Por ello, Rumrrill decidió reconstruir esa etapa siguiendo literalmente su ruta: viajó en lancha desde Yurimaguas a Iquitos, de ahí a Belém do Pará y finalmente a Liverpool, para trazar sus estudios en Alemania, Francia y Suiza, y su regreso al Perú en 1910, marcado por la crisis del caucho. Su propósito fue claro: lograr que niñas, niños y jóvenes conozcan, estudien y admiren a esta mujer icónica, nacida en la Amazonía pero de impacto nacional.

El escritor resume su intención en una palabra: “Miguelinizar”. El concepto implica difundir y convertir en conciencia colectiva el legado ético y político de Miguelina: la defensa de la igualdad de género, la justicia social y los derechos de mujeres, obreros e indígenas. Para Rumrrill, esto es urgente en un contexto de creciente feminicidio, racismo, xenofobia y supremacismo blanco, tanto en el Perú como en el mundo. Cita a Paulo Freire para reafirmarlo: un libro no cambia el mundo, pero “cambia la conciencia de un niño o niña que sí va a cambiarlo”.

La obra Miguelina dialoga directamente con su extensa producción literaria sobre la Amazonía. Rumrrill recuerda el histórico intercambio entre Acosta Cárdenas y Mariátegui, cuando este último subestimó la relevancia amazónica en la primera edición de 7 Ensayos. Miguelina le escribió para corregir su visión, y el Amauta rectificó en la edición de 1934, reconociendo la importancia política y económica de la región.

Aunque reside parte del año en Estados Unidos, Rumrrill mantiene una mirada crítica y cercana a la situación amazónica. Señala que la región se encuentra en punto de no retorno por la deforestación, contaminación y pérdida acelerada de biodiversidad. Considera que la COP30 en Belém evidenció retrocesos, pues la lucha contra el cambio climático sigue supeditada a intereses petroleros, gasíferos y carboníferos. A ello se suma la presencia de organizaciones criminales en zonas fronterizas, como el Comando Vermelho. Advierte que, sin un cambio de modelo extractivo hacia una bioeconomía, la Amazonía podría desaparecer en dos décadas. Para él, la cultura, el arte y la literatura serán fundamentales en ese proceso de transformación.

Rumrrill concluye revelando su próximo proyecto literario: su novela “Carmen”, la biografía novelada de su madre, Carmen García Guerra, reafirmando que su obra seguirá centrada en mujeres amazónicas —indígenas, ribereñas, urbanas, educadoras y luchadoras— que sostienen la vida y la esperanza en la región. “Los escritores somos lápices en la mano de nuestra época”, cita, recordando a Flannagan. Y reafirma, con convicción, que la Amazonía seguirá siendo su Axis Mundi, su epifanía y su destino.