Seis comunidades nativas base de la Federación de Pueblos Indígenas Kichwa Chazuta Amazonía (FEPIKECHA) emitieron una carta conjunta de protesta, en la que expresan su rechazo al actual proceso electoral para la elección de la nueva Junta Directiva, al considerarlo viciado, irregular y carente de legitimidad.

El documento, fechado el 14 de diciembre de 2025 en Chazuta, señala que el proceso evidenciaría un presunto favorecimiento a una lista determinada y una conducción personalista y autoritaria, lo que —según indican— vulnera los principios de representatividad y la voluntad de las comunidades bases.

Las comunidades firmantes —Túpac Amaru, Sinchi Runa de Llucanayacu, Allima Sachayuc Canayo, Rebalse Chazuta, Pongo del Huallaga y Ancash Yacu de Achinamiza— invocan el estricto cumplimiento del artículo 45 del Estatuto, solicitando la anulación del actual proceso electoral, la exclusión de la directiva saliente en la conducción del nuevo proceso y la convocatoria a nuevas elecciones, con participación exclusiva de apus y delegados debidamente acreditados.

Asimismo, advierten que, de persistir las presuntas irregularidades, iniciarán un proceso de consulta interna para evaluar una eventual renuncia como comunidades base de la federación, al señalar que no se sienten representadas ni escuchadas.

La protesta fue formalizada mediante un documento suscrito por las autoridades comunales, quienes remarcan que su decisión responde a la falta de diálogo, transparencia y respeto a la autonomía de las comunidades indígenas.

Pugnas internas en la Federación de Pueblos Indígenas Kichwa debilitan su organización

Las divisiones internas y los cuestionamientos al proceso electoral marcaron la asamblea realizada este fin de semana en el distrito de Chazuta, donde la Federación de Pueblos Indígenas Kichwa terminó envuelta en una nueva controversia que ha generado el retiro de la mayoría de comunidades afiliadas. Así lo sostuvo Alex Chujandama, comunero de la comunidad de Sinchiruna de Llucanayacu e hijo de Aquilino Chirujandama Chasnamote, uno de los fundadores históricos de esta federación.

Desde su punto de vista, la situación no es reciente, sino el resultado de una creciente disconformidad de los apus frente a la conducción de la organización. “Ya existía una pugna y un rechazo mayoritario hacia la federación. No es un tema de peligro, sino de representatividad”, señaló, precisando que la federación fue creada por varios líderes indígenas, entre ellos su padre.

Chujandama aclaró que no ostenta el cargo de apu, sino que participó como comunero en una de las listas que finalmente fue observada. Indicó que los apus decidieron retirarse de la asamblea tras considerar que el proceso electoral no respetaba el estatuto de la propia federación. Según explicó, el comité electoral habría validado el derecho al voto de un socio perteneciente a una comunidad que aún se encuentra en proceso de reconocimiento y que no cuenta con vigencia de poder, requisito indispensable según las normas internas.

Asimismo, cuestionó que se haya permitido votar a tres miembros del Consejo Directivo saliente, lo que, a su criterio, generó una diferencia de hasta seis votos que no corresponderían legalmente. Frente a estas condiciones, los apus determinaron que el proceso no era legítimo y optaron por retirarse de la asamblea, dejando constancia de su decisión mediante un documento firmado y presentado ante la federación.

De acuerdo con Chujandama, la federación agrupa a 10 comunidades formalmente reconocidas y una más en proceso de formalización. Sin embargo, seis comunidades debidamente registradas decidieron retirarse al no sentirse representadas por la actual conducción. Pese a ello, indicó que el comité electoral continuó con el proceso, validó la única lista que quedó en carrera y procedió a su juramentación.

“El proceso no ha sido democrático. Se ha impuesto una elección sin consenso, con el respaldo de algunos actores externos, incluso con asesoría legal traída para validar una lista que ya no representaba a la mayoría”, manifestó, cuestionando además el rol de algunas ONG que, según dijo, estarían influyendo en la continuidad de los actuales dirigentes.

Finalmente, Chujandama expresó su preocupación por las divisiones que se profundizan al interior de las organizaciones indígenas y llamó a reflexionar sobre los intereses que se mueven detrás de estas disputas. “Muchos pueblos ya no se sienten representados, pero aun así se aferran al cargo. Esto genera confusión y debilita a nuestras organizaciones”, afirmó.

El comunero reiteró que su pronunciamiento responde a su condición de miembro de base y que, en adelante, serán los apus quienes deberán definir de manera colectiva los pasos a seguir frente a esta crisis organizativa.Asamblea en Chazuta termina con retiro de comunidades tras presuntas irregularidades.

En una entrevista concedida por Marisol García Apagueño, se dio a conocer una serie de presuntas irregularidades ocurridas durante la asamblea de una federación indígena, realizada en el distrito de Chazuta, en el marco del proceso de elección de un nuevo consejo directivo.

Según explicó, la asamblea —convocada como ordinaria— tenía como finalidad encaminar un proceso electoral consensuado, transparente y conforme al estatuto, el cual establece que solo los apus y dos delegados acreditados por cada comunidad tienen voz y voto.

De acuerdo con lo señalado en la entrevista, el desarrollo del proceso se habría visto afectado por la participación de personas no acreditadas, identificadas como veedores o comuneros, quienes intentaron intervenir sin contar con autorización estatutaria, llegando incluso a impedir la apertura formal de la asamblea.

Asimismo, García Apagueño indicó que uno de los postulantes a la dirigencia fue observado y posteriormente tachado por el comité electoral, al no cumplir con los requisitos establecidos en el estatuto, entre ellos no tener procesos de investigación en curso. A ello se sumó la presentación de documentación judicial que habría generado inconsistencias, motivo por el cual se solicitó su subsanación, sin que esta se concretara.

Como consecuencia de estos hechos, cinco comunidades se retiraron de la asamblea, mientras que seis comunidades permanecieron, continuando con la sesión conforme a las normas internas de la federación.

En la entrevista, también se precisó que no hubo participación directa de organizaciones externas, y que el acompañamiento legal solicitado tuvo como objetivo garantizar el orden y la legalidad del proceso, sin interferir en las decisiones de la asamblea.

Finalmente, Marisol García Apagueño expresó su preocupación por el escenario de confrontación interna, al advertir que estas situaciones debilitan la unidad organizativa, y reiteró el llamado a respetar el estatuto, las reglas democráticas internas y la institucionalidad, a fin de preservar la legitimidad de las organizaciones indígenas en la región San Martín.