Desarticulación entre el MINSA, el gobierno Regional y las municipalidades, derivan en inversiones dispersas, poco alineadas con las Redes Integradas de Salud
Por: Beto Cabrera Marina
En Voces hemos tenido acceso al diagnóstico de brechas de infraestructura o acceso al sector salud al mes de agosto del 2025. El documento oficial revela que la región arrastra altísimos niveles de infraestructura inadecuada, especialmente en el primer nivel de atención, mientras los esfuerzos del MINSA y el Gobierno Regional de San Martín avanzan lentamente frente a una demanda creciente. Los datos son clave para la agenda de los candidatos políticos rumbo a las próximas elecciones.
El más reciente Diagnóstico de Brechas de Infraestructura o Acceso a Servicios del Sector Salud, elaborado en el marco de la programación multianual de inversiones, traza un panorama contundente para la región San Martín: el sistema de salud regional se sostiene sobre una base frágil, con brechas estructurales profundas, avances aún insuficientes y riesgos evidentes si no se produce un cambio de rumbo en la gestión pública. El documento, que sirve de línea base para el PMI 2027–2028, expone que el problema no es solo de falta de recursos, sino de capacidad instalada inadecuada, débil articulación institucional y deficiencias en la ejecución de inversiones.

En el primer nivel de atención, columna vertebral del sistema sanitario, la situación es crítica. El 99 % de los establecimientos de salud presentan capacidad instalada inadecuada, una cifra que grafica el nivel de precariedad en el que se atiende a miles de ciudadanos, especialmente en zonas rurales y periurbanas de San Martín. A ello se suma que entre el 7 % y 9 % de establecimientos aún están por implementar, lo que significa que comunidades enteras siguen sin acceso efectivo a servicios básicos de salud
Esta realidad impacta directamente en la prevención de enfermedades, la atención oportuna y la reducción de la mortalidad evitable.
La situación es aún más delicada en los centros de promoción y vigilancia comunal, clave para el enfoque preventivo y comunitario. El diagnóstico señala que el 100 % de estos centros tiene capacidad instalada inadecuada, y que más del 80 % se encuentra pendiente de implementación. En términos prácticos, esto implica una grave afectación a la salud pública, debilitando la vigilancia epidemiológica, la educación sanitaria y la respuesta temprana ante brotes o emergencias
En el ámbito hospitalario, el informe muestra una realidad que confirma lo que la población percibe a diario: más del 90 % de los hospitales presenta infraestructura inadecuada, mientras que entre el 25 % y 35 % aún no ha sido implementado plenamente. En una región con crecimiento poblacional y presión constante sobre los servicios de emergencia y hospitalización, esta brecha se traduce en sobrecarga asistencial, tiempos de espera prolongados y limitaciones en la capacidad resolutiva del sistema de salud regional
Los servicios especializados tampoco escapan a esta problemática. Los institutos de salud especializados muestran brechas significativas, con casos donde hasta el 100 % presenta capacidad inadecuada o está pendiente de implementación. A ello se suma la situación de los laboratorios de la Red Nacional de Salud Pública, donde el diagnóstico evidencia que prácticamente la totalidad tiene infraestructura inadecuada, comprometiendo el diagnóstico oportuno, la vigilancia de enfermedades y la respuesta frente a emergencias sanitarias.
Frente a este escenario, el informe reconoce algunos avances, principalmente en la identificación clara de brechas, el impulso del Plan Mil para fortalecer el primer nivel de atención y el acompañamiento técnico del Ministerio de Salud (MINSA) a los gobiernos subnacionales. Sin embargo, estos avances resultan insuficientes frente a la magnitud del problema. Persisten retrocesos estructurales, como la falta de capital humano especializado en gestión de inversiones, deficiencias en estudios de pre inversión y expedientes técnicos, así como paralizaciones de obras, sobrecostos y arbitrajes que erosionan la confianza ciudadana y retrasan el cierre de brechas


Uno de los nudos críticos señalados es la desarticulación entre el MINSA, el Gobierno Regional de San Martín y los gobiernos locales, que deriva en inversiones dispersas, poco alineadas con las Redes Integradas de Salud (RIS). Esta fragmentación impide que la infraestructura, el equipamiento y el recurso humano funcionen como un sistema coherente y sostenible en el territorio
De cara al futuro, el documento plantea metas y estrategias claras: fortalecer la articulación intergubernamental, consolidar el rol de los Comités Regionales Intergubernamentales de Inversiones en Salud (CRIIS), profesionalizar la gestión de inversiones y priorizar proyectos que realmente cierren brechas en el primer y segundo nivel de atención. La apuesta es pasar de obras aisladas a un modelo integral de redes de salud funcionales, con enfoque territorial y sostenibilidad a largo plazo.
Las implicancias para San Martín son profundas. Si no se acelera el cierre de brechas, la región corre el riesgo de profundizar las desigualdades en acceso a la salud, afectar su competitividad y comprometer el bienestar de las próximas generaciones. Por ello, este diagnóstico se convierte en una herramienta política clave: los candidatos regionales y locales no pueden eludir estos datos.
La ciudadanía demandará propuestas concretas, cronogramas realistas y liderazgo capaz de transformar cifras alarmantes en servicios de salud dignos, oportunos y de calidad. El futuro sanitario de San Martín, hoy, está en juego.



