La escena futbolística loretana vive un terremoto de altas expectativas con dos fichajes técnicos de primer nivel. La gran novedad es la llegada del experimentado estratega uruguayo Pablo Bengoechea para asumir las riendas de Comerciantes FC. Considerado uno de los técnicos más prestigiosos y costosos en llegar al fútbol peruano en los últimos años, su contratación marca un hito: será la primera vez que dirija en el país a un equipo de la Segunda División. Se espera que Bengoechea arribe a Iquitos en los primeros días del próximo año para iniciar su proyecto, con la clara y ambiciosa meta de ascender a Liga 1.

En la misma línea de apuesta firme por el ascenso, el Estudiantil CNI ha hecho oficial la designación de Jesús Oropeza como su nuevo director técnico. Oropeza, con amplio conocimiento del fútbol local, tomará el mando de un equipo que también competirá en la segunda categoría, configurando un duelo loretano de alto voltaje y expectativa para la próxima temporada.

¿Y Unión Comercio? La incógnita que opaca la fiesta.

Mientras sus dos grandes rivales regionales hacen anuncios contundentes, en Unión Comercio reina un silencio que ya empieza a inquietar a su hinchada. A diferencia de la planificación temprana y pública de Comerciantes y CNI, la directiva del ‘poderoso’ no ha dado señales claras sobre el rumbo del equipo para la crucial temporada 2024.

La incertidumbre es total. No hay director técnico confirmado que reemplace al último banquillo, no existe una lista de jugadores confirmados o refuerzos anunciados, y ni siquiera hay un calendario oficial de pretemporada. Los rumores que apuntan a un inicio de trabajos a fines de febrero suenan a desventaja logística y deportiva frente a proyectos que ya están en marcha.

Este mutismo plantea serias dudas: ¿está el club detrás de una sorpresa de último momento o simplemente llega tarde a una carrera que ya comenzó? El riesgo es quedarse rezagado antes de pitar el primer partido. En una Liga 2 que se prevé más competitiva que nunca, y con el foco regional puesto en la batalla por el ascenso, Unión Comercio no puede permitirse ser un espectador. La paciencia de la afición tiene un límite, y el reloj corre en contra . La pregunta ya no es qué están haciendo sus rivales, sino: ¿Unión Comercio, qué estás esperando?