Cuando la gestión pública avanza con lentitud, la organización ciudadana demuestra que proteger el río, ordenar el territorio y pensar la ciudad desde la sostenibilidad también es una forma de hacer futuro en la Amazonía.
Tras seis años de gestión ciudadana ininterrumpida, el Colectivo M500 ha demostrado que el desarrollo urbano de Moyobamba no depende únicamente de la voluntad política, sino de la persistencia organizada de la sociedad civil. La reciente firma del convenio interinstitucional entre el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento y la Municipalidad Provincial de Moyobamba permitirá la elaboración del perfil técnico del “Parque Lineal Juan Antonio”, ubicado en la faja marginal del río Mayo, marcando un hito largamente esperado para la ciudad. Este avance no solo representa infraestructura, sino la validación de un modelo de incidencia ciudadana que transforma la vigilancia activa en resultados técnicos y tangibles.
Un eje clave de este proceso ha sido la articulación técnica y la seguridad territorial. La Secretaría Técnica del Comité de la Subcuenca Mayo cumplió un rol determinante al impulsar la renovación y georreferenciación de 22 kilómetros de la faja marginal, desde el sector Motilones hasta Marona. Con el respaldo de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), esta acción permitió conformar un grupo de trabajo interinstitucional que articula a la Dirección Regional Agraria, COFOPRI, la Oficina Registral Zonal San Martín y la Gerencia Territorial de la Municipalidad de Moyobamba, garantizando que los procesos de titulación y ordenamiento territorial se desarrollen bajo un marco técnico riguroso, brindando seguridad jurídica a los usuarios y protección efectiva al ecosistema ribereño.

Este avance técnico se complementa con un enfoque claro de sostenibilidad ambiental. Gracias a la participación de instituciones públicas y privadas, se han ejecutado jornadas de reforestación con especies amazónicas, transformando la faja marginal en un pulmón urbano que aporta oxígeno y resiliencia climática a la ciudad. Este modelo de recuperación de áreas degradadas ha despertado el interés de la cooperación internacional: entidades como la Unión Europea y la empresa española REDEIA han comprometido respaldo y financiamiento, asegurando la viabilidad del proyecto como futuro atractivo ecoturístico y ambiental.
Sin embargo, la experiencia del Colectivo M500 también expone los costos del desinterés político regional. Durante el 2025, el colectivo ha insistido de manera sostenida en la necesidad de impulsar el teleférico en el Morro de Calzada, una obra con potencial para dinamizar el desarrollo económico regional, pero que continúa estancada por la falta de decisión del Gobierno Regional de San Martín. A ello se suma la ausencia de una visión territorial integral en la interconexión vial Soritor–Rodríguez de Mendoza, situación que ha generado tensiones innecesarias con la región Amazonas.
Frente a este escenario, el CM500 asume el compromiso de colocar estos “proyectos” en la agenda de los próximos candidatos regionales, con el objetivo de que el crecimiento económico y urbano de San Martín se sustente en gestión técnica, planificación y sostenibilidad, y no en la desidia política.
En esencia, el trabajo del Colectivo M500 reafirma un enfoque basado en la sostenibilidad y la justicia social. No se trata únicamente de construir infraestructura, sino de mejorar la calidad de vida mediante la participación activa de la ciudadanía. Hoy, Moyobamba se perfila no solo como un espacio atractivo para la inversión y la conservación ambiental, sino como una conexión estratégica hacia un futuro más próspero, ordenado y resiliente para la Amazonía peruana.



