Hay cosas que uno lee con sorpresa. Como por ejemplo, enterarse que en el Corán, existen versos maravillosos, que distancian tanto de la guerra a aquel pueblo que ha sido, como consecuencia de la maldición del petróleo, convertido en sinónimo (para muchos), de violencia y salvajismo.
La televisión extranjera no nos deja mentir. Lo que está sucediendo con la intervención del Estado Islámico es escandaloso y cruel. Duro e imposible de entender. Menos aun se entiende cuando uno lee en este libro inspirado supuestamente por el ángel Gabriel a Mahoma lo siguiente:
Juro por la mañana cuando resplandece y por la noche cuando todo está en calma que tu señor no te ha abandonado ni está enojado contigo. Acaso no te encontró huérfano y te amparó. Y te encontró perdido y te guió. Y te encontró pobre y te enriqueció. Así pues, no oprimas al huérfano ni alejes al mendigo y proclama así tu amor por Dios.
Sura 93
Es por ello, que para entender a una cultura hay que mirar hacia su pasado y a lo más profundo de sus razones. Los criminales que han atacado al Islam en la historia, son parte de la causa y siguen siendo.