Lo sucedido el sábado 13 de agosto en el hospital de Contingencia de La Banda de Shilcayo, que pone en tela de juicio la gestión de funcionarios del sector Salud, preocupa mucho.
Y es que preocupa conocer de la muerte de un paciente, que mientras recibía atención médica murió, porque, al parecer, se acabó el oxígeno en el hospital.
El director del hospital dijo que no podía asegurar que el paciente haya fallecido por falta de oxígeno, pero el insumo se acabó mientras era atendido.
Lo grave es que es inconcebible que en un hospital de referencia, se termine el oxígeno cuando ese insumo es de vital importancia, pero más grave es conocer que por ineficiencia de una unidad operativa no se haya abastecido de manera eficiente al centro asistencial, pues, a decir del director, la solicitud se había realizado con anticipación, pero por problemas del proveedor no pudieron cumplir.
Creo que con lo sucedido no hay excusas que sirvan, creo que con poner un cargo a disposición las cosas no se solucionan.
El Ministerio Público ha iniciado las investigaciones que deben determinar responsabilidades, porque en nuestros hospitales no pueden seguir muriendo pacientes que acuden para ser curados mas no desatendidos y en casos como el que sucedió, muertos, dejando gran pesar en los familiares.
Vendrá seguramente un nuevo director del hospital, vendrá un nuevo jefe de la unidad de operaciones del sector Salud, ya son varios funcionarios que al parecer no pueden solucionar la crisis en el sector.
Una muerte más… ¿Qué importa?, esperemos respuestas, investigaciones que permitan creer que esta situación va a cambiar. Los trabajadores piden la desaparición de las unidades operativas, porque al parecer de operativas no tienen nada.
Si bien es cierto el servicio de salud está mal en nuestro país, no podemos permitir que suceda lo mismo en la región. No sería una buena excusa para intentar dar tranquilidad a los familiares del paciente fallecido.