Nadie puede negar que nos hizo felices en estos días escuchar el Himno Nacional del Perú en Rusia, mientras se iniciaban los partidos jugados por la selección de fútbol.
Después de 36 años, quienes quizás nunca vimos o recordamos a nuestro país en un Mundial, claro que sí nos emocionamos y más aún por el buen desempeño de los jugadores y sobre todas las cosas al ver a un sanmartinense y considerado uno de los mejores jugadores, en la cancha.
Este equipo nos devolvió las esperanzas, y estamos seguros que en un otro Mundial nos irá mejor, y que podremos seguir disfrutando y alentando a nuestro equipo en el Mundial en Qatar, Estado soberano árabe ubicado en el oeste de Asia.
La decepción nos llegó, las ilusiones de seguir avanzando no pueden hacer que se desmerezca la garra que pusieron los 11 de Gareca, que con buenas combinaciones hicieron que el equipo peruano sea respetado por el mundo.
Dejaron todo en la cancha y no hay reproches, con errores que deben servir de experiencia para no volver a cometerlos, y seguir soñando, pues ya estamos en el Mundial, y eso hay que rescatar.
Las circunstancias no permitieron continuar en una segunda ronda, ahora queda seguir reforzando el equipo que demostró tener una gran fortaleza. El juego bonito y la garra se unieron en Rusia.
Ojalá aprendamos, desde los medios de comunicación, a no hacer farándula con las eliminatorias y los partidos previos, eviten desde los “grande medios” endiosar a estas personas, que como nosotros, quiere dar mucho más por nuestro fútbol.
El Mundial se acabó para el Perú, pero las esperanzas siguen intactas, y por esas mismas razones, cómo no te voy a querer Perú, porque fuiste y dejaste en alto a 33 millones de personas, que seguimos creyendo en ti.
