Las cepas se refieren a linajes, a familias. Cuando se cultivan microorganismos, se separan por cepas, por familias, por tipos.
Los delincuentes aparentemente emergen de pronto en la sociedad, cuando en los medios de comunicación sus nombres y rostros son difundidos al ser capturados por el cuerpo policial. No, no nos dejemos engañar, los delincuentes no emergen de pronto, no son hechos al azar, no están apareciendo como nube de plagas de langostas en Egipto. Los delincuentes son resultados de sus formaciones hogareñas y sociales de una veintena de años. La realidad es que las familias no han sido preparadas para formar a sus hijos, en medio de una sociedad desordenada, donde brilla con luz propia la ausencia de los principales valores humanos del respeto, de la responsabilidad, de la puntualidad, del amor al prójimo, del amor a Dios. La sociedad está preocupada en sus incipientes temas políticos. Las autoridades políticas están ocupadas en sus asuntos de mafias y corrupción. El tema educativo es relegado mayormente al asunto remunerativo. La planificación es un saludo a la estratósfera.
Mientras el delincuente se cocinaba en estos veinte años, o a veces en menos tiempo, la familia y la sociedad tenían sus miradas y atenciones en otros temas donde el niño, púber y joven simplemente era el gran ausente. No existía.
En la mayoría de los casos la mamá siempre estaba ocupada en las novelas de la televisión, en las infaltables charlas femeninas con las vecinas, en los quehaceres de la casa y no había tiempo para atender al siempre molestoso muchacho.
El padre siempre estaba ocupado en los juegos de las cartas hasta altas horas de la noche, en sus permanentes infidelidades nocturnas, en las prácticas deportivas que siempre terminaban en severas borracheras; pero, nunca tenía tiempo para atender al mismo molestoso muchacho.
Un niño sin atención de la madre ni del padre, que en casa nadie le hace caso, nadie le conversa como amigo, nadie le abraza, nadie le besa, nadie le apapacha, simplemente deambula solo por el mundo hasta que encuentra su alma gemela, que goza de similares condiciones. ¿Qué temas pueden conversar estas dos almas gemelas? Por supuesto que el tema de conversación no será la planificación de la producción del país y tampoco las estrategias para disminuir el analfabetismo. Los temas de conversación serán el dinero, el sexo, la infidelidad, el robo, el crimen, la falta a la escuela. Así, se agrupan los niños y jóvenes de similares condiciones y se forman las bandas.
Los delincuentes que florecen dan frutos y generalmente terminan en la cárcel, heridos o muertos; sin embargo, existen masivas generaciones, unas tras otras, que se van cocinando, que van floreciendo y van dando frutos delincuenciales.
Es cierto, hay que castigar a quienes están dando frutos contra la paz social; empero, éste número quizá represente menos del diez por ciento de la masa que detrás se viene cocinando. A esta mayoría que viene detrás, no se la puede reprimir policialmente porque aún está en proceso de formación delincuencial. Pero, tiene que trabajarse de inmediato con ellos a fin de procurar frenar el proceso de floración y maduración. Así, se debe trabajar con las promociones de manera regresiva hasta alcanzar la cepa, la familia. El trabajo entonces con éstas cepas y con las promociones en formaciones, no se hace con el cuerpo policial, sino mediante una decisión política integral. Por esta razón, la propuesta de solución al problema de la delincuencia mediante el incremento de policías y de cárceles está descartada.
Identificadas las cepas delincuenciales, ejecutar programas inteligentes, mediante la realización de actividades sicológicas, espirituales, sociales, laborales, educativas y culturales, de manera discreta, por un periodo proporcional de veinte años en promedio, hasta la disolución de estas cepas; en cambio, paralelamente auscultar el universo social, a fin de detectar el posible nacimiento de nuevas cepas delincuenciales. Aquí hay que diferenciar dos líneas: disolver las actuales cepas y evitar el nacimiento de nuevas cepas.