
Un formidable Liverpool dio el golpe en territorio alemán hoy miércoles y sacó de la Champions League al temible Bayern Múnich. Sadio Mané se puso la capa de héroe, comandó la gesta inglesa y convirtió dos golazos. Al final quedó 3-1 a favor de la visita y nuevamente se perfilan como uno de los favoritos a llevarse la ‘Orejona’.
Ambas escuadras llegaron al encuentro con varias bajas, pero los cambios le salieron mejor a Jürgen Klopp; mientras que a Niko Kovac le costó más suplir a sus titulares. El conjunto ‘bávaro’ venía con la moral a tope luego de retomar la punta de la Bundesliga, pero le faltó grandeza en el campo.
Desde el primer minuto se vio con claridad que los dos equipos no iban a arriesgar hasta que fuese necesario. En la ida el resultado quedó igualado sin goles. Sin embargo, todo comenzó color hormiga para el cuadro británico porque Jordan Henderson se lesionó en los primeros minutos y Klopp tuvo reemplazarlo por Fabinho.
No hubo claras opciones de gol hasta que a los ’27 minutos de la primera parte, Virgil van Dijk –clave en la defensa- mandó un pase largo que Mané bajó muy bien y se sacó a un irreconocible y lento Manuel Neuer. El senegalés anotó y todo el estadio germano se quedó en silencio ante dicho bombazo.
El juego se abrió y la respuesta del Bayern no se hizo esperar, ya que diez minutos después el marcador se emparejó 1-1. Gnabry ya había tenido destellos por la banda derecha y su remate al arco fue a parar dentro del arco de Alisson tras un mal rechazo del Joel Matip. Los locales reaccionaron y pudieron anotar uno más, pero no era la noche de Lewandowski.En el tramo complementario los alemanes se cansaron de atacar y ponerle pelotas al artillero polaco, que anduvo muy impreciso. Los ‘Reds’ comenzaron a aguantar con un enorme e imparable Van Dijk. Y justamente el central holandés volvió a dar el golpe en área ‘bávara’ en el min. ’68 con un cabezazo que significó el segundo para su equipo.
El Bayern se vino abajo moralmente, Kovac movió el banquillo y se fue un deslucido James Rodríguez. Pero, no surgieron efecto frente a un Liverpool que con mortales contraataques, volvió loco a la saga defensiva local. Y nuevamente apareció Mané para que con una ‘palomita’, sentencie la llave y ponga el 3-1 definitivo tras un brutal centro de Salah.



