Lamentable y nuevamente los periodistas deportivos, quienes llegamos para cumplir nuestra misión como reportero gráfico, fuimos objeto de falta de respeto por el árbitro central Wuilder Espinoza, del Alto Mayo, y lo que pudimos escuchar de parte el presidente de la Liga de Lamas, fue en el sentido de que este mal árbitro no quería ni un reportero gráfico dentro de la zona de ubicación habitual de los reporteros gráficos a nivel nacional.
Nos preguntamos: ¿Para qué bendita sea sirven las charlas y las actualizaciones por parte de su matriz? Cuando en la realidad va a desconocer el trabajo de los periodistas deportivos, quienes le dan vida a un evento deportivo. Así también sucedió en Nueva Cajamarca, los reporteros gráficos fueron objetos de falta de respeto de este iluso árbitro.
El árbitro lleva un silbato que usa para iniciar o detener el juego.
Le recordamos a don Wuilder Espinoza que el referí es quien autoriza el arranque del partido y quien lleva el registro del tiempo para marcar el fin de la primera mitad, el tiempo reglamentario, o del alargue. También convalida los goles y señala las faltas.
También es el encargado de amonestar (con una tarjeta amarilla) o expulsar (roja) a los jugadores que violan las normas del juego repetidamente o cometen una falta particularmente violenta, aunque su primer recurso para poner orden es una advertencia verbal.
Para indicarle a este sujeto vestido de fosforescente que los reporteros gráficos se ubican detrás de una línea marcada que se encuentran en las zonas norte y sur, lo cual no hubo, en todas partes del mundo tenemos a los reporteros haciendo su trabajo en la cancha, lo digo con propiedad porque he asistido a estadios nacionales e internacionales y nunca al menos esto me ha pasado, fue una sorpresa, pero debemos indicar que a nivel nacional los periodistas gráficos se recibe por parte la organización un chaleco que nos identifique como tal, lo cual no hubo, sin embargo este mal arbitro se pasó de vivo, desconociendo el trabajo de los reporteros.
Todo parece indicar que las emociones le traicionan a este sujeto, lo cual, la comisión de árbitros de la departamental, previo a un partido, que él va a dirigir, le tienen que hacer una prueba psicológica para ver, si es que está en sus cabales para conducir un partido, más si es un encuentro de definición, de lo contrario los reporteros seguirán siendo humillados por un sujeto que desconoce su reglamento, a sabiendas que no es dueño del partido, sino un hombre que imparte justicia en un partido dentro del terreno de juego y nada más.