Pastillas para no dormir
Alonso Ocampo
Columnista
Las últimas informaciones publicadas en los diarios locales indicarían la precariedad de la candidatura al GORESAM de Manuel Aguilar por el movimiento del extinto alcalde moyobambino Telésforo Ramos Huancas, Acción Regional. Pugnas de poder y formas de cómo encaminar la campaña, estarían poniendo en riesgo la candidatura del empresario.
En las elecciones del 2010 el candidato de Acción Regional al GORESAM obtuvo apenas 19 152 votos y sus candidatos municipales más importantes como el de Moyobamba 8 243 y en Bellavista, donde logró el sillón municipal, 6 600. En la provincia de San Martín obtuvo humorísticos 661 votos.
A la luz de los resultados era obvio que en un nuevo proceso electoral Acción Regional debería dedicar mucho tiempo y atención a la unidad geográfica conformada por Morales, Tarapoto y la Banda de Shilcayo. Como se sabe la provincia de San Martín junto al Alto Mayo son las que poseen el mayor número de electores en el departamento de San Martín. Con la casi nula existencia orgánica de Acción Regional en la provincia de San Martín, las candidaturas de este movimiento político tendrían que sostenerse en la figura de Manuel Aguilar.
En ese contexto no resultaba difícil predecir que saldrían a la luz los conflictos no solo en la definición de candidaturas, sino en lo que respecta al entorno del candidato, se conoce que la dirigencia moyobambina se opone, entre otras cosas, a la presencia de algunas ex autoridades que conforman el círculo más cercano del candidato, se conoce además el desacuerdo surgido en torno al precandidato a la alcaldía de la capital departamental, un empresario que jamás tuvo participación social o política en la problemática moyobambina. Con la facción bellavistana encabezada por Salvador Campos, las desavenencias pasan por la presencia del ex alcalde tarapotino Sandro Rivero, que como todos sabemos además de hijo y de tener un papel preponderante en las decisiones de Manuel Aguilar aspira a ser candidato nuevamente a la alcaldía de la provincia de San Martín.
Los candidatos “invitados” en su mayoría encabezan las listas por su poder económico, así que es difícil arrebatarles la posibilidad de decidir quién o quiénes lo acompañarán ya sea como candidatos, operadores o asesores. Los partidos seguirán debilitándose en tanto no formen cuadros importantes que luego pasen a ser candidatos importantes. Mientras las cosas sigan igual, los partidos o movimientos políticos seguirán siendo usadas como vientre de alquiler por cualquier ciudadano que con algo de dinero pueda afrontar una campaña.
Pero en este caso específico la pregunta que resulta pertinente es definir quién necesita a quién, creo que los dos un poco, en primer lugar Acción Regional urge de un candidato con capacidad económica que ponga en vitrina a su agrupación y a la vez tenga posibilidades de ganar; no se puede dejar de reconocer sin embargo que es una organización política viva y con presencia importante en algunas provincias del departamento.
De otro lado, es indiscutible que Manuel Aguilar, con su anterior campaña logró posicionar en cierto modo su nombre en la mente del electorado, más allá del debate si reúne o no las capacidades y condiciones para ser presidente regional, sus posibilidades estarían mucho más complicadas con partidos políticos que tienen nula vida orgánica fuera de Tarapoto, como APP o Acción Popular. Sin embargo al no ser un hombre esencialmente político, puede volver sin mayor complicación a sus quehaceres privados y empresariales, en caso se frustre la posibilidad de postular.
Si las noticias que provienen de la dirigencia de Acción Regional son ciertas, lo que faltaría definir es quién tomará la decisión de romper esta sociedad política cada vez más dañada. De eso dependerá mucho el futuro político de la organización en sí y del candidato si es que quisiera aceptar la invitación de otra agrupación.
Pero si finalmente se mantiene la unión con Acción Regional con Manuel Aguilar, estará pegada con babas y en la eventualidad que gane las elecciones, las condiciones de gobernabilidad seguramente se tornarán muy complicadas, más aún cuando desde la etapa preelectoral, a sus dotes de buena persona, no ha logrado sumar capacidad de liderazgo. Hoy por hoy creo que más preocupados deben encontrarse los que ya se pusieron la camiseta de Acción Regional. Sin una candidatura poderosa económica y mediáticamente que los ponga en escena, sus posibilidades de éxito se tornan mucho más remotas.