La asociación civil Guardianes por la Vida ha presentado una fuerte oposición al proyecto de Hannan Metals Perú, argumentando que pone en peligro un sitio de gran valor arqueológico y ecológico.
Los Guardianes por la Vida, una asociación civil del distrito de Tabalosos, ha presentado una enérgica oposición al inicio de las actividades de exploración minera del proyecto de Hannan Metals Perú. En un documento formal entregado el 5 de noviembre al Ministerio de Energía y Minas, expresaron su preocupación por el hecho de que la empresa aún no cuenta con los permisos necesarios para operar en la región San Martín.
Samanta Pisco Saavedra, presidenta de la asociación, ha denunciado que, a pesar de las múltiples prórrogas solicitadas por la compañía minera, Hannan Metals no ha logrado subsanar las observaciones técnicas presentadas por las autoridades competentes. Entre estas observaciones destacan la ausencia de un Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos, la falta de acreditación para el uso del terreno superficial y la carencia de un Plano General de Componentes detallado y actualizado.
«Hemos solicitado de manera expresa que se agote el plazo establecido y que no se otorgue ninguna extensión adicional, tal como lo indica la Ley General de Procedimientos Administrativos», afirmó Pisco Saavedra. «Consideramos que otorgar más tiempo a la empresa sería una clara muestra de permisividad y pondría en riesgo un patrimonio cultural e histórico invaluable».
Durante una inspección realizada por miembros de esa asociación, se han descubierto hallazgos arqueológicos de gran relevancia en el área donde Hannan Metals pretende desarrollar sus actividades extractivas. Entre estos hallazgos destacan vestigios cerámicos, un camino prehispánico que conectaba el distrito de Alonso de Alvarado Roque, terrazas agrícolas de gran envergadura y un ojo de agua de origen natural que abastecía al complejo arqueológico «El Potrero» y era utilizado para ceremonias rituales. Estos descubrimientos evidencian la presencia de una ocupación humana ancestral en la zona y su estrecha relación con la cultura Chachapoyas.
Ante esta situación, los Guardianes por la Vida han hecho un llamado a las autoridades competentes para que no otorguen la servidumbre de terreno superficial a Hannan Metals. Argumentan que el área en disputa, de 1 937 000 hectáreas, se superpone en su totalidad con una Zona de Especial Importancia para la Conservación (ZEC) y con un Patrimonio Forestal. La realización de actividades mineras en estas zonas protegidas resultaría en una degradación ambiental irreversible y en la pérdida irreparable del patrimonio cultural. (Hugo Anteparra)